Un campo minado. Ésa fue la sincera descripción que brindaron los vecinos sobre la avenida Las Baleares. No hace falta preguntar mucho, ya que esta imagen vale más que mil palabras.
Esta barriada cubre un importante sector del suroeste de la ciudad. Los propios vecinos aseguran que sienten que viven en un área diferenciada y que eso los complica para conseguir mejoras elementales.
Un campo minado. Ésa fue la sincera descripción que brindaron los vecinos sobre la avenida Las Baleares. No hace falta preguntar mucho, ya que esta imagen vale más que mil palabras.
Desde que empezó el ciclo Crónicas de Barrio, la Agencia Santo Tomé ha querido reflejar la realidad de Las Baleares, un sector bastante amplio de la zona suroeste del distrito, con un pasado muy emblemático e históricamente rico, ligado al asentamiento de los inmigrantes españoles (en este caso de origen ibicenco) y a la casi nostálgica época de las chacras o quintas familiares, una de las bases fundamentales del crecimiento de la comunidad santotomesina.
La actualidad, por su parte, indica que es una jurisdicción privada y alejada de determinadas mejoras estructurales, propias de la más elemental urbanización, como ser los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural.
“Uno de los principales problemas que tenemos es que muchos toman a Las Baleares como un mundo aparte, un sector diferenciado de la ciudad, y eso por ahí nos complica para lograr determinados avances, porque queda la sensación de que no estamos insertados en Santo Tomé”, explicó el vecino Octavio Schuarzman Cifre, quien vive en el pasaje Los Cardos, a la altura de la columna de alta tensión Nº 55, a unos 200 metros al sur de la avenida Las Baleares, la calle principal del barrio. El dato no es menor, porque el número de las columnas es un recurso elemental para guiarse en un lugar cuyas casas carecen de numeración. “Yo sé que mi calle es el pasaje Los Cardos porque en un plano del loteo original figura con ese nombre, pero en la Municipalidad no están las denominaciones; como las calles tampoco están señalizadas, tenemos que manejarnos o guiarnos con los números de los postes de alta tensión”, añadió.
Carencias y necesidades
“Carecemos de una buena iluminación y ello quedó evidenciado con algunos robos que hubo; tenemos que tener mejor luz, porque al bajar la gente del colectivo, y tiene que caminar por la avenida, corre el riesgo que se produzcan casos de robos, como ya ocurrió”, agregó Octavio en su descripción de las carencias y necesidades que marcan a fuego la realidad barrial. “Yo me refiero especialmente a la iluminación de la avenida, pero en general todo el barrio está así, porque la iluminación para protección del vecino es muy pobre”, prosiguió.
También necesitan mejoras en las calles, entre ellas, la avenida Las Baleares que está destrozada. “Fueron muchos los vehículos que pasaron por acá, resintiendo el pavimento, que es liviano. Hemos hablado por teléfono al municipio para que tome alguna medida y no conseguimos nada”, dijo. A modo de conclusión, el vecino se refirió a la recolección de basura: “El basurero pasa tres veces a la semana, pero los días de lluvias no. Y si está fea la calle tampoco. Supongo que con un buen mejorado pasaría, pero ya lo hemos pedido al mejorado y no hay caso”.
La gestión del pavimento
"La situación de la carpeta asfáltica de la avenida Las Baleares es precaria y crítica. Ése es un pavimento inaugurado en 1999, pero que para 2005 ya se había deteriorado mucho. Ahora es un verdadero campo minado”. Octavio Schuarzman Cifre, vecino.
El dato Localización Desde el punto de vista geográfico, el barrio Las Baleares representa un cuadrilátero bien marcado. Su límite norte es la avenida Riccheri (que pasa por el frente de la planta fabril de Nestlé Purina), el sur lo establece el acceso a la autopista (paralelo al predio del Aeropuerto Sauce Viejo), el este la Ruta Nacional Nº 11 y el oeste la autopista Santa Fe-Rosario. Gran parte de dicho territorio lo componen terrenos que anteriormente eran aprovechados como zonas de cultivo y ahora están a la espera de ser loteados, para su posterior urbanización. La falta de los servicios elementales dificulta dicha tarea.