Danilo Chiapello
[email protected]
Tres nuevos casos de “entraderas” ocurrieron en las últimas horas en casas de familia de barrio Guadalupe.
La gravedad de los hechos está dada en que en todos los episodios los delincuentes actuaron con suma violencia contra sus víctimas.
Por ejemplo, mujeres que fueron blanco de amenazas (con exhibición de armas de fuego o de puño); hombres que terminaron heridos por golpes y hasta niños que fueron encerrados en un baño.
Momento crucial
Uno de los hechos ocurrió anoche en una vivienda de Larrea al 700, esto es, detrás del añejo club de los empleados telefónicos.
Eran cerca de las 20 cuando un hombre de 42 años arribó a su domicilio a bordo de su vehículo particular, y acompañado por sus tres hijas menores de edad.
Pero cuando aún no había culminado de cerrar los portones aparecieron en escena dos sujetos los que abordaron al grupo.
A punta de pistola y bajo amenazas de muerte, el padre y las niñas fueron obligados a ingresar al inmueble donde se desató una película de terror.
Las nenas fueron encerradas en un baño mientras que el dueño de casa fue objeto de amenazas y acciones intimidantes para que entregue dinero y objetos valor.
Al cabo de varios minutos, los malvivientes se hicieron de una suma no determinada de efectivo, además de electrodomésticos y teléfonos celulares, entre otras cosas.
Finalmente, los cacos escaparon con rumbo incierto.
Noche de miércoles
En verdad, fue una noche de “miércoles” en Guadalupe, ya que en dicha jornada se produjeron dos violentos asaltos.
* Poco antes de las 21 un hombre llegaba a su domicilio de Cardenal Fasolino al 700 cuando fue sorprendido por dos delincuentes.
De los rufianes se supo que eran dos sujetos que se movilizaban en moto y que cubrían sus rostros con los cascos.
Pero el dueño de casa no se amilanó en la parada y, para evitar la “entradera”, se trabó en lucha con los ladrones.
Si bien el hombre logró poner en fuga a los cacos, en la trifulca recibió un fuerte “culatazo”, que le provocó una herida cortante en su cabeza.
* Un rato después otro violento hecho aconteció en una finca de Patricio Cullen al 7700.
En dicha vivienda una pareja vivió momentos de espanto cuando quedó a merced de dos delincuentes que se le ganaron en su domicilio.
Las víctimas padecieron malos tratos por parte de los rufianes que prácticamente saquearon el lugar y huyeron con gran cantidad de objetos de valor.
* Por último ayer a la mañana autores desconocidos concretaron un golpe en una vivienda de barrio Villa María Selva.
El hecho quedó al descubierto cerca de las 9 cuando un hombre advirtió que la puerta de su casa, en Castelli al 2000, se encontraba abierta y con signos de violencia.
Ni bien ingresó, cayó en la cuenta de que los “amigos de lo ajeno” habían estado de “visita”. Se llevaron computadoras, teléfonos celulares y dinero en efectivo, entre otras cosas.
El minuto fatal
Sacar la basura, entrar o sacar el auto de una cochera. Movimientos que hacen a la rutina de cualquier vecino, pero que pueden resultar fatales.
Los especialistas en “entraderas” ven a estos momentos como una oportunidad inmejorable para acometer contra su objetivo.
El abogado y especialista en seguridad Luis Vicat, autor del libro “Autopreservación urbana”, desarrolló una serie de consejos para que los vecinos podamos estar prevenidos ante el avance de la delincuencia.
* Cambiar los horarios, minimizar el tiempo de ingreso a nuestra vivienda y mejorar la iluminación del acceso, entre otras.
* No otorgar información de movimientos de dinero, no realizar el mismo trayecto.
* Si llegamos a la noche a nuestra casa, podemos llamar cuando estamos a cinco cuadras para anunciar nuestro arribo. Ahí se puede utilizar lo que se denomina una palabra gatillo, por ejemplo “perfectamente”. Y así lo ejemplicó: “Si estás a cinco cuadra y llamás, tu mujer te pregunta como venís y vos le decís ‘perfectamente’, quiere decir que tenés un problema o riesgo inminente y no vas a entrar. Y si vos le preguntás cómo estás y ella te responde la misma palabra ‘gatillo’ te está informando que tiene un problema”.
* Otros consejos básicos de los especialistas para evitar “entraderas” consiste en “no ingresar si hay personas sospechosas cerca o un auto extraño estacionado en la puerta”, “iluminar bien el acceso a la vivienda”, “no dejar crecer ligustrinas de más de 1,20 m en el frente de la casa” y “minimizar lo máximo posible el tiempo de apertura de un portón”, entre otros.