Grupo de Estudio Sobre Transporte UTN Santa Fe
La sostenibilidad de la movilidad se basa en tres pilares que representan los retos con los que se enfrentan las ciudades y regiones y sus gobernantes: social, ambiental y económica. El desafío representa encontrar las posibles soluciones a través del transporte público para cubrir las necesidades de movilidad de la sociedad.
El primer análisis hace hincapié en los aspectos sociales y en el importante papel que desempeña la movilidad en la calidad de vida de las personas. La problemática de la conurbación localizada a distancias cada vez mayores del centro genera áreas extensas y menos densas, obligando a modificar los sistemas de transporte.
La fuerte congestión en la mayor parte de las zonas urbanas demuestra claramente que el desarrollo sin límites del tráfico automovilístico individual no permite satisfacer la demanda de movilidad en las ciudades.
El medio ambiente constituye el segundo pilar del desarrollo sostenible. El consumo de energía y de otros recursos no renovables generan un impacto que debe ser tenido en cuenta por los planificadores para la definición de prioridades en materia de movilidad.
El desafío aquí es alentar el uso de modos menos contaminantes y más sostenibles que utilicen la energía de forma más eficaz.
Por otra parte, la promoción de políticas de disuasión para restringir el uso del coche en los centros de las ciudades y optimizar el uso del espacio disponible, especialmente el destinado al estacionamiento, es una iniciativa que han adoptado algunas administraciones.
La tercera y última mirada se centra sobre el “valor económico” de la movilidad y no es menos importante. De hecho, la viabilidad económica es esencial para el logro de las otras dos evaluaciones.
Todas las actividades de transporte generan costos internos y externos. Los primeros son aquellos que perciben directamente los usuarios (vehículo, mantenimiento, impuestos, seguros, combustible). Los externos son más difíciles de evaluar ya que representan la construcción de calles, estacionamientos, entre otros, y también abarcan los costos indirectos (congestión, contaminación atmosférica, accidentes).
A modo comparativo, se evaluaron costos de transporte individual versus transporte colectivo. Tomando como base un vehículo de $ 110.000 se calcularon los siguientes costos mensuales: mantenimiento preventivo c/10.000 km: $ 207; patente: $ 199; seguro: $ 550; RTO: $ 19; cochera (en vivienda conurbano) no se considera; Estacionamiento Medido (5 horas diarias): $ 872; combustible (1.000 km mensuales): $ 1.310; lavado: $ 140 ; cubiertas (50.000 km vida útil): 0. La suma de todos ellos, arroja una cifra de $ 3.417 por mes.
Para el Transporte por colectivo, en primer lugar, conviene dejar en claro las suposiciones que se tuvieron en cuenta para realizar el cálculo: De acuerdo con los últimos estudios llevados a cabo en el ámbito urbano de Santa Fe, los automóviles llevan en promedio 1,5 pasajeros por viaje. Una persona realiza 100 viajes por mes (aproximadamente 4 viajes diarios). Se tomará el valor del boleto frecuente de $ 4,50.
Suponiendo que los 1,5 pasajeros que se trasladaban en auto lo harán en colectivo se realizarán 150 viajes en el mes. El costo de estos viajes es de $ 675, o sea, el 19,75% del costo de movilizarse en auto.
Aun cuando no se tengan en cuenta los costos externos, el transporte público -al ser de naturaleza colectiva, contar con mayor seguridad y utilizar el espacio de manera eficaz- siempre sale ganando.
Un modelo de movilidad sostenible debe ser aquel que:
- Permita satisfacer las necesidades básicas de acceso al trabajo, la educación, el ocio y la información de forma segura para la población.
- Sea accesible, opere de manera eficiente, ofrezca diferentes modos de transporte integrados y contribuya a una economía dinámica.
- Limite las emisiones, minimizando el consumo de recursos no renovables y optimizando el uso del territorio.
- Ofrezca integración tarifaria y modal que atraiga al usuario (abono de transporte).
- Se promueva en forma segura la utilización en especial de transportes no motorizados (bicicleta, transporte a pie)
Conclusión: Resulta evidente entonces pensar que promover el uso de los sistemas de transporte masivos y alternativos, son la clave de esos tres ejes, pero ello depende de la correcta planificación y distribución de estos espacios porque la ciudad del automóvil y la ciudad del transporte público son decisivamente distintas.
Fuentes: Getrans UTN Facultad Regional Santa Fe.
Unión Internacional de Transporte Público Uitp.