Télam
Gobiernos, grandes empresas y representantes de la sociedad civil se comprometieron hoy a reducir a la mitad la pérdida de bosques en 2020 y a detenerla totalmente en 2030, en una declaración firmada en el marco de una Cumbre del Clima que reunió a gobernantes de unos 100 países en la sede de la ONU, en Nueva York.
En su discurso ante la cumbre, Barack Obama, el presidente de Estados Unidos -una de las economías que más contribuye al calentamiento global- urgió a todas las naciones, incluyendo a las emergentes, a combatir el cambio climático antes de que sea demasiado tarde y llamó a un acuerdo global ‘ambicioso‘.
‘Reconocemos nuestro papel a la hora de crear este problema y aceptamos nuestra responsabilidad para combatirlo. Pero solo podemos tener éxito si todos los países se nos unen en este esfuerzo. No puede haber excepciones‘, dijo Obama en su intervención ante cerca de 100 jefes de Estado y de Gobierno.
Obama se reunió brevemente antes de su intervención con el viceprimer ministro de China, Zhang Gaoli, en una reunión no programada en la que le reiteró que las grandes economías como las suyas ‘tienen una responsabilidad especial de liderar‘, según aseguró.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) han anunciado planes para recortar drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero en ese esquema global son claves las políticas que implemente China, el país que más carbono emite a la atmósfera.
La Cumbre del Clima, celebrada un día antes de los discursos de apertura de la Asamblea general de la ONU, buscó imprimir impulso político para acelerar las negociaciones sobre el cambio climático, con el fin de adoptar un acuerdo global vinculante en París en 2015.
‘Son las economías emergentes las que tienen más probabilidades de producir más y más emisiones de carbono en los próximos años‘, advirtió el mandatario estadounidense.
Durante la cumbre, más de 30 países de varios continentes, entre ellos Estados Unidos, se comprometieron a reducir a la mitad la pérdida de bosques en 2020 y a detenerla totalmente en 2030.
En una declaración, las naciones prometieron además recuperar más de 350 millones de hectáreas de tierras degradadas, una superficie similar a la India, con el fin de impulsar la lucha contra el calentamiento global, informó la agencia de noticias EFE.
Según los firmantes del documento, el efecto de todas esas medidas podría reducir las emisiones de dióxido de carbono -un gas que absorben los árboles- en entre 4.500 y 8.800 millones de toneladas al año para 2030.
El efecto, aseguran, sería equivalente en términos de CO2 al de retirar de la circulación todos los vehículos que hay en el mundo.
La llamada Declaración de Nueva York fue suscrita en total por 32 países de varios continentes, entre ellos Estados Unidos, Canadá y México; varios europeos como Francia, Alemania y el Reino Unido; y un buen número de latinoamericanos, caso de Chile, Colombia, Costa Rica, la República Dominicana y Perú.
Sin embargo, no figuran en la lista algunos de los países con mayores bosques de todo el mundo, como Brasil.
Varios Gobiernos acompañaron además la adopción del documento con el anuncio de compromisos financieros para apoyar sus objetivos.
Por otra parte, más de 20 multinacionales del sector de la alimentación se comprometieron a hacerse con aceite de palma producido evitando la deforestación.
Además, grandes potencias europeas prometieron desarrollar directrices sostenibles para la importación de esa materia y otras como la soja, la madera y la carne de vacuno.
Al inaugurar la cumbre, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento a los gobiernos, empresas y ciudadanos del mundo a tomarse en serio la amenaza que representa el cambio climático y actuar unidos contra el calentamiento global.
‘No podemos negociar con la Madre Naturaleza, la Madre Naturaleza no espera así que somos nosotros los que tenemos que adaptarnos y actuar‘, dijo Ban.
Acompañado por los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y de Francia, Francois Hollande, el diplomático coreano llamó a invertir más en la economía verde del futuro y a trabajar para lograr la neutralidad en carbono en 2020.
En su discurso, Obama anunció que firmó un decreto por el que su gobierno tiene que tener en cuenta los efectos del cambio climático en sus ‘programas e inversiones‘ para el desarrollo en otros países.
Además, anunció que Washington ofrecerá a los países más vulnerables a los fenómenos derivados del cambio climático herramientas y tecnologías desarrolladas por científicos y empresas estadounidenses.
‘El clima está cambiando más rápido que nuestros esfuerzos para afrontarlo‘, subrayó Obama.
‘Las alarmas siguen sonando, nuestros ciudadanos siguen protestando, y no podemos fingir que no los escuchamos. Tenemos que responder a su llamada‘, añadió en una aparente alusión a las masivas manifestaciones que tuvieron lugar el domingo y ayer en Nueva York para exigir decisiones sobre el cambio climático.
Obama opinó que ese acuerdo ‘debe ser ambicioso‘ y también ‘inclusivo‘, porque ‘cada país debe hacer su parte‘, al tiempo que ‘flexible, porque las naciones diferentes tienen circunstancias diferentes‘.
Por su parte, varios presidentes latinoamericanos pidieron durante la cumbre que se priorice una alianza entre la lucha contra el calentamiento global y el desarrollo, mientras otros reclamaron ‘voluntad política‘ de los países ricos para enfrentar este problema del que son principales causantes.