Por seguridad, no dejan que los padres entren a la escuela

“Entrada 7.45 a 12. Los niños entran y los papás quedan afuera”. El cartel figura en el pizarrón de ingreso de la escuela primaria pública Nº 1255 Malvinas Argentinas, ubicada en Padre Genesio 4799, del barrio Las Flores. Por razones de seguridad, la dirección escolar tomó la decisión de que en los horarios de entrada y salida, los padres acompañen a sus hijos hasta la puerta y no ingresen al establecimiento.

La medida se adoptó tras el episodio ocurrido hace aproximadamente un mes, cuando un hombre se paseó con un arma por el edificio educativo. “No pasó nada; el hombre entró y salió, y afortunadamente no hizo nada”, contó a El Litoral, la directora de la escuela Malvinas Argentinas, Mirta Nakov.

Ese hecho, sumado a la necesidad de generar un orden y cierto control sobre los casi 1.000 alumnos que asisten a esta primaria, llevaron a que la dirección escolar dispusiera este límite. Hasta el momento, la escuela tenía sus puertas de ingreso siempre abiertas, pero desde ahora se cierran y los padres deben tocar timbre para ser atendidos por algún asunto particular.

Al traer a los chicos a clases, los familiares los deben dejar en la puerta y adentro son recibidos por sus docentes. “Antes los papás venían y acompañaban a sus hijos hasta adentro y se quedaban un buen tiempo hasta que ellos entraban a clases. Eso ya no se puede hacer más”, dejó en claro la directora, quien añadió que la situación del barrio en cuanto a inseguridad es la misma que en toda la ciudad. Otras versiones indican que hubo algunos robos dentro del establecimiento.

“Es una medida simple y preventiva a los fines de evitar el ingreso de desconocidos al edificio, como las que puede tomar uno en su hogar”, comparó Nakov, tras agregar que “se conversó previamente con la supervisión educativa”.

En la mayoría de las escuelas, sean privadas o públicas, desde hace tiempo que se toman medidas precautorias: los padres pueden acompañar a sus niños sólo hasta el ingreso y luego se cierran las puertas.

“Como es de suponer, hay padres que no tomaron la medida con agrado porque estaban acostumbrados a entrar y quedarse con los chicos. Hablamos con varios de ellos y les explicamos la situación. Además, no es que se les niega totalmente el ingreso porque cuando haya reuniones de padres, por ejemplo, podrán estar en la escuela”, cerró la directora.