Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Junín)
[email protected]
Eran las 23.35 cuando se abrió la puerta del vestuario visitante. Los jugadores empezaron a salir en fila india y fueron muy pocos, casi ninguno, los que se detuvieron para verter alguna opinión del partido. Se nota que la charla en el vestuario se prolongó por más tiempo del habitual. No había ninguna decisión que esperar, porque Unión venía de seis partidos sin perder, está clasificando y el último partido ante Huracán fue muy bueno. Pero el contraste con este partido fue tan grande, que Madelón decidió no esperar hasta la práctica de esta tarde y descargó toda su artillería de pensamientos hacia un plantel que escuchó con atención a su conductor. Después, Madelón salió y se enfrentó a la prensa, señalando desde el principio su desazón y su autocrítica.
“No me gustó para nada lo que hicimos, siento vergüenza por mí y porque lo que planificamos no se ejecutó en absoluto. Esto no fue lo que habíamos pensado que debía hacerse para llevarnos un buen resultado”, arrancó diciendo Leonardo Madelón, en un primer esbozo de autocrítica.
El técnico dijo que el equipo “empezó distraído” y luego se refirió específicamente a las dificultades para conseguir un buen resultado de visitante. “Hay un problema y tengo que descubrir cuál es. Puede que haya algo de personalidad que falte, pero es algo que tendremos que conversar muy bien. Algo ya les dije en el vestuario y por eso me animo a decírselo a ustedes. Por lo pronto, me quiero olvidar de este partido hasta dentro de un par de semanas, cuando volvamos a jugar de visitante. Ahora vienen dos encuentros de local y este equipo no tiene problemas para hacer las cosas bien cuando juega en su cancha”.
Madelón recordó lo que le pasó en otros clubes, en el sentido que ya tuvo algunas dificultades para jugar de visitante, pero “nunca de esta magnitud como lo estamos sufriendo con Unión”. Y enseguida recordó que tuvo que ir a jugar a la Bombonera, con Gimnasia, un partido importante y salió airoso de ese compromiso.
“Hay que actuar rápido e impedir que esto siga manifestándose e intensificándose. La idea de hoy era jugar como lo hacemos de local, es decir, apretando bien arriba, como nos gusta y sabemos hacer. Era un partido chato, tranquilo y lo terminamos perdiendo. No tuvimos pausa y nos faltó madurez. Por eso digo que es posible que pase por una cuestión de personalidad que habrá que evaluar”. Y agregó que “ellos nos dieron espacios para que nosotros los aprovechemos jugando de contra, pero no se dio”.
En cuanto a los cambios, dijo que la idea era sumar gente arriba. “Yo pensé que Caballero y Montero me podían cambiar la historia en el mediocampo, como ya lo pudieron hacer en otros momentos. A veces, esos cambios terminan siendo ‘salvadores’. Nos quedamos con tres atrás, lo liberé a Fabro y luego lo puse a Soldano para que le demos un poco más de frescura al ataque. Nos equivocamos en tirarle muchos pelotazos a Gamba y a Triverio, no era la forma de atacar. ¿Rivas?, lo saqué porque lo noté cansado, al igual que a Fabro. Me parece que nuestros volantes sienten mucho la seguidilla de partidos. Tendré que hablar con ellos, porque son los que hacen el esfuerzo más grande en lo físico. Se muestra que hay un desgaste grande y que se siente en los partidos de visitante”.
Por último, se refirió a Gervasio Núñez, la figura del partido. “Lo conozco muy bien porque lo tuve cuando dirigí a Central. Es un jugador de buen tranco, al que había que reducirle los espacios porque se le complica. Cuando tiene espacios, con los pasos gigantes que hace, desequilibra. Y nosotros le permitimos que tuviera un partido muy interesante”.