Enrique Cruz (h)
Había que ganar y se ganó. Costó en el primer tiempo, lapso en el que Colón tuvo la pelota y el terreno a disposición pero muy pocas ideas para atacar. Douglas Haig se cerró bien en el fondo, esperó armado en el medio y se solidificó a partir del buen trabajo de la zaga central, sobre todo de Gioda. Colón apenas dispuso de una clara situación de Alario después de un notable pelotazo largo de Llama, que se fue desviado. Y sobre el final, una maniobra individual de Telechea que culminó con un remate cruzado que se fue junto al poste izquierdo.
Ballini era uno de los pocos que se salvaba en un Colón sin dificultades en el fondo (salvo un córner que Gioda ganó de arriba y fue a parar a las manos de Broun), pero con problemas para desbordar por afuera y para aportar claridad en el manejo de la pelota. Pero Ballini es un jugador que puede aportar algo de orden y ubicación, pero no se justificaba su presencia como titular en un equipo que empataba sin goles como local, que tenía la pelota y que no lastimaba al rival.
En ese escenario no exento de complicaciones, los sabaleros lograron abrir el marcador después de un pelotazo de Llama para Alario, el delantero rojinegro se llevó una pelota que, en el fragor de la disputa con un rival, alcanzó a pegarle en una de sus manos y eso fue lo que motivó el reclamo posterior de los jugadores visitantes. La jugada siguió, el arquero quedó descolocado y Alario, inteligentemente, cedió para Telechea y éste definió muy bien después de dejar en el camino a un desesperado Tantoni.
A partir de allí, Douglas Haig creció un poco y Osella, que ya había puesto a Pavón en lugar de Ballini para darle mayor profundidad al equipo, encontró precisamente en el cordobés la posibilidad de aprovechar los espacios que ahora sí empezaron a aparecer en el sector defensivo del rival. Y cuando Colón tiene espacios en el terreno ofensivo, se convierte en un equipo peligroso, que sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer.
Cuando Colón ya ganaba por la mínima diferencia, entró David Ramírez. Y éste fue clave en una jugada por el sector derecho, ya sin Alario por la expulsión, cuando metió un centro al segundo palo para la aparición aislada de Pavón, quien dominó en forma estupenda la pelota, dejó en el camino a Tantoni y definió, convirtiendo un segundo gol tranquilizador.
El gol de cabeza convertido por Douglas Haig acalló un tanto el festejo por anticipado que ya estaba realizando la hinchada sabalera (notable convocatoria tuvo el equipo en la tarde primaveral santafesina). Pero enseguida llegó un pelotazo largo de Ramírez para Pavón y éste le pegó desde lejos, luego de meter una rápida diagonal desde la izquierda hacia el medio, para clavar la pelota en el arco de Tantoni, contando con la inestimable colaboración de un arquero al que se le escapó la pelota entre las manos.
Ganó bien Colón, con la figura de Cristian Pavón como estandarte, con un David Ramírez que ya empezó a aportar, aunque sea en cuentagotas, su calidad futbolística y la ratificación de que es más claro cuando juega con espacios en el campo rival como consecuencia del adelantamiento del adversario.
Ahora, Colón tendrá que visitar el miércoles a las 21 a Boca Unidos en Corrientes y el domingo que viene, a la misma hora, lo hará ante Instituto, que ayer se quedó sin entrenador por el despido de Miliki Jiménez.