Danilo Chiapello
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No grita, no amenaza, no golpea.
Se mueve con el mismo sigilo de un gato.
Su accionar es tan prolijo y silencioso que ni siquiera los propios clientes del negocio advierten que están siendo asaltados.
Tiene cerca de 23 años. Viste ropas casuales y no oculta su rostro. Apenas si lleva colocada una gorra del tipo béisbol.
Si bien para muchos puede ser una novedad, no lo es para dueños y empleados de la farmacia Pellegrini, a quienes este rufián los tiene “alquilados”.
Esta mañana este particular delincuente volvió a llevarse el dinero de la caja, en su cuarta “visita” al lugar de manera consecutiva.
Eran cerca de las 10 cuando el sujeto ingresó al local ubicado en bulevar Pellegrini 3465, a metros de la cancha de Unión.
Por entonces el comercio se encontraba con clientes en su interior, pero que no fueron obstáculo para que el ladrón se saliera con la suya.
A poco de ingresar, el caco solicitó el precio de unos artículos de perfumería. Pero cuando la empleada acudió a su requisitoria, sacó a relucir sus verdaderas intenciones.
Fiel a su estilo, no hubo lío ni alborotos.
Todo lo que hizo el delincuente fue levantarse un poco la remera dejando ver que a la altura de la cintura llevaba un arma de fuego.
Obvio que la vendedora no necesitó ninguna explicación. Entonces hizo entrega al sujeto del dinero que había en la caja.
El movimiento fue tan imperceptible que ni siquiera los clientes que se encontraban en el lugar cayeron en la cuenta de lo que estaba ocurriendo.
Una vez logrado su objetivo, el ladrón se retiró caminando del local para finalmente subirse a una moto que había dejado estacionada en la vereda.
Nos agarró “de punto”
“La verdad es que este tipo nos agarró ‘de punto’. Esta es la cuarta vez que nos roba”, dijo hoy una de las encargadas.
Así como él nos conoce, nosotros también lo conocemos a él. Pero no hay caso. Sigue cometiendo estos hechos. No sé hasta cuándo vamos a aguantar. Es el cuarto robo que nos hace la misma persona y el séptimo que sufrimos en lo que va del año.
Más adelante la mujer explicó que “en el caso de hoy había bastante público, más de lo previsto te diría. Pero como este tipo se maneja de una forma tan tranquila, los demás no se dan cuenta”.
Agregó que “esta zona está siendo bastante golpeada por la delincuencia. Hubo asaltos en distintos negocios y eso nos preocupa. Cada uno trata de defenderse como puede. Algunos pusieron rejas, otros contratan vigilancia privada, ponen cámaras, no sé... pero los robos siguen ocurriendo”, sentenció.