Intransitables. Los pozos en las calles de este barrio son tan profundos y abundantes que la recorrida se asemejó a una travesía en 4x4.
Muy pocas personas conocen este barrio, por lo que los vecinos cada vez que hacen un trámite deben andar explicando dónde queda y aclarando que es una jurisdicción de la ciudad. Tan desconocido es que allí el agua potable y la energía eléctrica son servicios irregulares hace 40 años.
Intransitables. Los pozos en las calles de este barrio son tan profundos y abundantes que la recorrida se asemejó a una travesía en 4x4.
Unas mil personas residen en Santo Domingo, un barrio de la ciudad que lucha hace años por tener identidad y nadie se la otorga. Esta jurisdicción, desconocida por muchos, está emplazada en el cordón oeste. Linda con Los Troncos al norte, con Las Lomas al sur, con la avenida Circunvalación al oeste y con los barrios Juventud del Norte y Scarafía al este.
En Santo Domingo, todas las conexiones de luz y agua son irregulares; las calles, todas de tierra y sin siquiera un mejorado destruido, son intransitables de la cantidad de pozos que tienen; y los patrullajes policiales son inexistentes.
La visita de Crónicas de Barrio llamó la atención de los vecinos. Y aclararon por qué: “Es inusual que alguien venga a este barrio. Es más, cuando vas a hacer un trámite y decís que vivís en Santo Domingo todos te preguntan si es Santa Fe porque no lo conocen”, contó una mujer que salió de su casa al escuchar el motor de un vehículo.
Adolfo Álvarez, otro vecino, contó que todo es irregular en el barrio porque “lo consideran zona roja” y en varios planos catastrales figura como espacio verde. “Es verdad que es un barrio chico, pero acá vive gente hace 40 años. Hay calles y casas de material, o sea que no es un asentamiento reciente. Lo que pasa es que está abandonado”, dijo.
Si bien la mayoría de los jefes de familia se dedica a la construcción y muchos se encontraban trabajando cuando Crónicas de Barrio visitó Santo Domingo, el movimiento dentro del barrio es escaso. No se ven personas sentadas en la vereda tomando mates, por ejemplo. Y la explicación de eso es la inseguridad. “La gente evita salir a la calle por la simple razón de que podés quedar en el medio de un tiroteo en cualquier momento del día. Esto es tierra de nadie. Ni la policía viene”, manifestó Gregorio Saavedra, un comerciante que por supuesto atiende detrás de las rejas y reconoce que se iría de Santo Domingo si alguien comprara su morada. “¿Pero quién va a querer venir acá?”, reflexionó.
Los vecinos de este barrio del cordón oeste esperan ansiosos la llegada de 2015. Y la razón es obvia: en épocas electorales es cuando se acuerdan de que Santo Domingo también existe y llegan algunas mejoras.
postales
¡A jugar! Un lazo invisible une a los chicos de todo el mundo y todas las clases sociales. En este universo exclusivo de los niños, una pelota basta para convertir los sueños en realidad y ser “pequeños Messi” por unas horas. En una canchita improvisada en la calle o en los patios de tierra de sus casas, la infancia en Santo Domingo lucha por mantenerse intacta a pesar de las privaciones.
El progreso como meta. “Me gustaría vivir en otra zona, pero ¿a quién podría venderle mi casa?”. Ésta es la pregunta que se hacen muchos vecinos. Y no es para menos. Aseguran que el estado de las calles es tan malo que unos pocos milímetros de lluvia hacen que la zona quede completamente aislada. Además, los pozos hacen prácticamente imposible la circulación de ambulancias, patrullas y coches particulares. Ningún servicio de transporte público ingresa al barrio y la inseguridad es preocupante. Sin embargo, este vecino no pierde la esperanza y hasta colocó un cartel improvisado en el frente de su hogar por si hay algún interesado.
Trabajar y vivir con miedo. Tiroteos a toda hora y robos constantes. Este es el panorama que brindan los vecinos. Por otro lado aseguran que jamás se ven patrullas recorriendo la zona y que de noche, al no haber alumbrado público, el barrio se convierte en “tierra de nadie”. Cada vez que realizan un reclamo, la respuesta que reciben es que “al ser zona roja no van a poder obtener ningún tipo de beneficio”.