Graves hechos delictivos en el corazón de la zona céntrica

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral

“Amigos: soy una víctima más de tantas. Esta madrugada volvía a mi casa, se bajaron dos locos y dos locas de un auto gris polarizado. Me empezaron a patear, me sacaron toda la ropa hasta dejarme en boxer. El último golpe lo recibo en la cabeza y allí el caco dispara de ‘frente mar’ a mi cabeza y gracias a Dios, le erró.

“Veo como la bala pega en el cordón de enfrente y automáticamente 2 policías, una mujer y un vago (que esperaban el colectivo en la esquina) me salvaron la vida). Entran a los disparos contra ellos y se arma la balacera. Todo esto en Mendoza y 9 de Julio (a la vuelta de mi casa).

“De allí yo sólo pude salir corriendo a toda velocidad con un tiroteo y una ‘galopeada’ que verdaderamente es inexplicable, como el disparo directo a mi cabeza, sin destino. Obvio no tengo más celular, documentos, tarjeta de débito, ni nada más de lo poco que tenía. ¡Pero aún sigo con vida y ahí vamos!”.

El relato pertenece a Gustavo De Marco (28), quien hoy lo subió a su perfil público de Facebook, para dar a conocer la horrenda experiencia que le tocó atravesar.

Podemos agregar que los cuatro malvivientes cometieron el atraco a cara descubierta y sin medir consecuencias sobre sus acciones.

Tanto es así que al verse sorprendidos por los policías no vacilaron en abrir fuego con sus armas. Sólo por obra y gracia de la buena fortuna no hubo que lamentar desgracias personales ni víctimas inocentes que resultaran afectadas.

No obstante, cabe señalar que uno de los balazos impactó contra el frente de la imprenta y librería Mauro, ubicada en Mendoza, a metros de 9 de Julio. El proyectil perforó el cristal de la vidriera y quedó tirado entre los artículos que estaban para la venta.

Extraña seguidilla

Pero lo ocurrido al joven De Marco es el último hecho de una seguidilla de golpes cometidos en la zona céntrica, los que causan lógica preocupación.

* La secuencia se inició la madrugada del lunes 10 del corriente, cuando el local de indumentaria Primera Clase (ubicado en la esquina de 9 de Julio y Mendoza) fue blanco de un atentado incendiario.
Cerca de las 3, distintos testigos observaron cómo un sujeto arrojó un elemento contra la vidriera del comercio, el que segundos después ardió en llamas.

Tras el hecho, la policía montó un rápido operativo el que luego dio sus frutos, cuando el sospechoso pudo ser apresado en Mendoza y San Lorenzo.

* Pero ayer (ocho días después de aquel incidente) otro negocio del centro recibió un mensaje intimidatorio de carácter macabro.

Manos anónimas dejaron colgando un bidón con nafta en las rejas de la pilchería 3er. Tiempo, ubicada en Salta al 2600, a metros de San Jerónimo.

Junto al bidón había un papel donde podía leerse: “Por culpa de uno, van a pagar todos”. La frase fue armada pegando letra por letra, a modo de collage.

Fuentes confiables dijeron que existiría una relación de parentesco entre los dueños de ambos negocios.

* La tarde del 5 del corriente, Valentín “El flaco” Niz (57) tomaba unos tragos en el interior de un bar ubicado a un costado de la Plaza del Soldado, cuando de repente un sujeto comenzó a increparlo.

El exaltado fue echado del lugar y “El flaco” permaneció en el boliche creyendo que lo anterior era ya un asunto terminado.

Sin embargo un rato después, cuando Niz salió para esperar el colectivo, cayó en la cuenta de su error: el mismo hombre que lo atacó en el bar ahora repetía la acción en Mendoza y San Jerónimo.

Niz fue golpeado de manera brutal. Ingresó al hospital Cullen con traumatismo de cráneo con hemorragia, fractura frontal y contusión hemorrágica y herida cortante en el cuero cabelludo en la región occipital.

La agonía del hombre se prolongó casi una semana hasta las primeras horas del 11 del corriente, en que se produjo su fallecimiento.