De la Redacción de El Litoral
La casi segura ausencia de Alario tiene un reemplazante seguro y es Raúl Becerra, el delantero que ingresó cuando recién se cumplían seis minutos de iniciado el partido y que mostró lo mejor desde que Osella decidió traerlo a Colón al comienzo de esta temporada.
La otra duda se plantea en el reemplazante de Yamil Garnier, quien llegó a las cinco amarillas y no podrá estar en el encuentro del domingo ante Ferro. Una posibilidad muy concreta es la de Lihue Prichoda, si es que el técnico pretende mantener un esquema con tres defensores y dos volantes lateralees que den una mano en el sector defensivo pero que también se dediquen a jugar.
Si la opción es cambiar “4” por “4”, la cosa se le complica a Mostaza. Desde que empezó este campeonato se habló de la falta de un marcador lateral con oficio de tal para que sea reemplazante de Castillo —descartado por lo que resta del torneo— y sólo se tuvo a Garnier como opción. Sin los dos, la cuestión se le complica a Merlo y habrá que hurgar en el plantel para encontrar una alternativa que lo saque del problema.
Otra posibilidad sería la de jugar con cuatro marcadores centrales el fondo. Allí aparecería Olivera como opción. En otras circunstancias, se podría comprender como algo factible. Pero teniendo en cuenta la necesidad que tiene Colón de ganar el partido del domingo para alimentar su sueño de ascenso, no parece a priori lo mejor.
Si bien Merlo se hizo cargo hace algunos días y todavía no conoce a fondo el plantel y mucho menos lo que puede haber en inferiores, seguramente Javier López le comentará —si ya no lo hizo— que hay un chico que se llama Pablo Cuevas, que es marcador de punta derecho y que podría ser una opción. ¿Utilizarlo en esta contingencia, con tanto en juego?, parece ser la gran pregunta que todos se hacen, empezando por el propio Merlo. Máxime si Mostaza no lo tiene visto. Pero la realidad indica que, en este momento, lo más prudente es apostar a los jugadores de experiencia.
Del resto del equipo no hay mucho para decir. Colón viene de jugar un partido interesante ante San Martín de San Juan en el que mereció ganar. No lo hizo por la falta de contundencia, sobre todo del pibe Villarruel, quien hizo un buen partido pero no supo aprovechar las cuatro situaciones claras que sólo él tuvo ante el arco de un Ardente transformado en figura del equipo local. Fueron seis las situaciones a su favor que tuvo el conjunto sabalero, contra una arremetida de San Martín en el primer tiempo que terminó con el balón desviado y sin demasiado peligro para Broun.
La línea de tres que armó Merlo funcionó bastante bien, por lo que Conti-Landa-Lazzaroni estarían confirmados para el domingo. Luego, en la mitad de la cancha, habrá que esperar la decisión que se tome en base a las ausencias de Castillo y Garnier para saber quién jugará por derecha, mientras que Poblete, Ballini y Bíttolo continuarán en el equipo, sumándose a Villarruel, Becerra y Pavón, que serán los tres hombres de ataque.
Colón jugará de local, ante su gente y con la necesidad imperiosa de conseguir la victoria. Estos elementos serán muy tenidos en cuenta por Mostaza para armar el equipo y la estrategia. Y más allá de que la mayor cantidad de nombres están prácticamente definidos, no sería extraño que el hombre que aparezca en el medio para jugar por Garnier sea un futbolista con juego (¿Prichoda?) y que la estrategia apunte a presionar arriba (cosa que se hizo ya en San Juan) y atacar con la mayor cantidad de hombres, tratando de mejorar el aspecto de definición en el que se falló en tierra cuyana.