Murió el reconocido mago santafesino Solber

El Litoral

Este martes por la noche murió en nuestra ciudad Ramón Drunday, a los 67 años, conocido por la comunidad como el mago Solber.

Drunday (Solber) había nacido en nuestra ciudad el 22 de mayo de 1947. Estudió en la escuela López y Planes y fue docente en la escuela técnica Domingo Cullen. Fundó la Escuela de Magia y e inició el Círculo de Ilusionistas.

En su cuenta en la red social Facebook -donde hoy recibió las condolencias de sus seres queridos- había publicado el lema “En tus manos tienes el poder de hacer magia”.

En 1982 ganó el tercer premio en el Congreso Internacional de Magia realizado en Buenos Aires. En el mismo espacio, la Academia de Artes Mágicas Fu Manchú le otorgó una de las tres menciones de honor. En 1984 recibió el premio al mejor mago de circo, otorgado por la Asociación de Artistas de Circo de Argentina. Actuó en el Circo de Moscú. En 2006 recibió el premio Máscara de Oro, que otorga la Municipalidad de Santa Fe, por su trayectoria.

Un tiempo atrás, Solber había sufrido inconvenientes en su salud por lo que había sido operado del corazón. Hoy, lamentablemente hay que informar sobre su deceso. Sus restos eran velados en Sentir.

Aquí se ofrece una breve reseña del perfil de Solber publicada por la revista Nosotros, en la que el mago había contado un poco sobre su persona.

LOS COMIENZOS. “En la escuela López y Planes iba al Club de Niños Pintores y un día me puse a hacer algunas pruebas. Me vio mi maestro, Emilio Hernández, y me alentó a hacer los trucos sobre el escenario, para presentarlos cuando hiciéramos la fiesta de fin de año. Para eso mi papá me compró una caja con algunos elementos. Así que lo primero que hice fue trabajar en la escuela, y al primer cumpleaños que fui trabajé por un muñeco de payaso”.

EL NOMBRE. “Llegué un día a casa y le dije a mi papá que me iba a dedicar a hacer magia. y no le gustó nada. Y como todo el mundo me llamaba por el apellido, pensaba que el día que me hiciera famoso, no me iba a dar cuenta. Así que elegí Solber por una novela que en aquella época se escuchaba por radio. Era sobre un personaje inmortal que se enamora de una doncella y pide convertirse en mortal. Juntos tienen un hijo que se llamaba Solber y, como yo era un chico, me identifiqué con ese personaje”.

MUJERES. “En magia son menos, pero las hay. A nivel mundial hay una china, Juliana Chen, que ganó el primer premio de manipulación. En la Escuela de Magia tuve dos alumnas que egresaron y dos más que van a pasar al segundo nivel. Cuando era chico era impensado que una mujer sea maga, pero ahora es distinto”.

LA ESCUELA DE MAGIA. “En Santa Fe la magia era para los chicos, el cumpleaños y no mucho más. Pero tiene un estudio bastante más profundo de lo que la gente cree. Hay que practicar muchísimo, como en cualquier arte. En los cursos, trabajo con un abanico de juegos que tienen distintas dificultades: magia con cartas, con pañuelos, con cigarrillos; cosas chicas que no impliquen un gasto. Hace seis años que doy un solo nivel, pero ahora voy a comenzar con el segundo”.

EL CÍRCULO. “Uno no sabe quién sigue estudiando y quién no. Entonces, tenemos un Círculo de Ilusionistas, una especie de club de magos, donde pueden asistir una vez que terminan el curso. Ofrecemos conferencias y traemos gente de otros lugares. A la gente que viene a ese primer nivel se le da una enseñanza para arrancar. De ahí en más tiene el Círculo donde va a poder perfeccionarse e intercambiar. Santa Fe pasó a ser la delegación más grande del interior del país y, a veces, supera a Buenos Aires en la cantidad de gente que participa”.

APRENDIZAJE CONTINUO. “Todo el tiempo van saliendo juegos y pruebas que te obligan a estar actualizado. Ha cambiado la forma de presentación con respecto a cuando empecé. Antes se usaba estirar los juegos, pero eso pasó a la historia. Ahora todo es ágil y variado, cuanto más variado mejor. Sobre todo para los chicos que se sientan en una computadora, pulsan un botón y ya está. Es fundamental ese tipo de agilidad dentro de un espectáculo”.

MÁS QUE UNA MODA. “Todo sigue teniendo vigencia e incluso los juegos viejos se van actualizando. Hay juegos nuevos pero que están basados en principios antiguos. Yo no hago magia infantil, sino magia para los chicos. Siempre hice magia para la gente y tengo juegos que son para chicos. Por eso, cuando hago una función, la gente grande me atiende tal cual como los chicos”.

CONDICIONES. “La magia es una pasión y, como todas las cosas, hay que dedicarle mucho tiempo. Cada prueba es una pequeña obra de arte y lleva mucho tiempo. Y nadie le dedica mucho tiempo a algo que no le gusta. Es un aprendizaje constante, algo que no se puede dejar y decir: hasta acá llegué”.