La Nación debe millones a la EPE y habla de "cortarle inversiones"

Luis Rodrigo

El gobierno nacional ha decidido para 2015 presionar a las provincias con castigos si aumentan sus tarifas eléctricas, en lugar de tentarlas con premios en recursos, como hizo durante 2014 con el llamado “congelamiento tarifario”.

Con versiones que circularon por los diarios de capital primero y con expresiones de funcionarios nacionales luego, el discurso nacional sobre el tema tarifas eléctricas pasa -como en una relación sadomasoquista- de las caricias a los chirlos...

Puede que funcione con los Estados provinciales que tienen una posición de debilidad económica extrema frente a la Nación, pero en el caso de Santa Fe la situación es -en principio- bastante diferente. (De todas formas, habrá que recordar que hay masoquistas por placer y otros porque no tienen más remedio).

La idea de la Casa Rosada es cortar el flujo de dinero a las empresas eléctricas provinciales, al que las acostumbró durante el año que termina mediante el eufemístico Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico e Integración en la República Argentina.

Pero los planes del gobierno nacional de hacer chasquear el látigo y lograr la sumisión esperada se apoyan en dos presupuestos: a) las provincias tienen un déficit en sus empresas distribuidoras de energía que no les permite solventar obras; b) los gobernadores saben que sus empresas se han atrasado en el pago de la energía que consumen.

En el caso de Santa Fe esas dos condiciones no existen, porque -como bien señala la oposición justicialista en la provincia- con el aumento del 27% “promedio” anunciado recientemente por la EPE, la empresa habrá completado nada menos que una docena de “actualizaciones” desde que el Frente Progresista tomó las riendas de la Casa Gris.

El haber asumido ese costo político le permite a la empresa llevar adelante un programa de obras que excedió largamente la compensación nacional por no tocar tarifas en 2014.

Lo dicen las cifras oficiales: la Nación se comprometió a pagar obras de la EPE por hasta 700 millones, y la empresa logró llevar a cabo inversiones por unos 500. La Nación sólo respondió por 100.

Panorama

Otras provincias no tienen la misma capacidad de resistirse a los chirlos K. La Epec de Córdoba le debe $ 2.800 millones a la Nación por el consumo de energía eléctrica, aunque los cordobeses aspiran a poner a esa cifra en una suerte de compensación por las inversiones de la provincia mediterránea en su parque de generación que hace su (modesto) aporte a la oferta energética nacional.

Otra de las que más debe es la provincia de Buenos Aires: Edelap tiene un pasivo de $ 660 millones. Pero nadie debe más que las privadas que cuentan con el mercado más rentable del país: Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Edenor y Edesur acumulan atrasos por $ 6.250 millones y $ 5.700 millones, respectivamente. Las obras de

La Nación

La amenaza que ayer profirió el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos (sobre la que se informa en la pág. 4), puede poner en peligro la repotenciación de las generadoras térmicas de la provincia, como la Usina Brigadier López en Sauce Viejo, por ejemplo.

Debe advertirse que los nuevos desarrollos de las generadoras -importantes para mejorar la calidad del servicio a nivel local porque se establece un mejor equilibrio entre demanda y potencia-, tienen como destino el sistema interconectado nacional, es decir, todo el país.

Piquetes por apagones

En la ciudad de Buenos Aires, anoche hubo protestas callejeras de vecinos que cortaron el tránsito ante los cortes de energía eléctrica. Los diarios de Capital Federal muestran fotografías de vecinos en piquetes en Palermo, Villa del Parque, Congreso, Villa Crespo, Mataderos y Floresta. Unos 20 sectores de la ciudad capital y el conurbano estuvieron afectados por horas.