San Lorenzo resignó esta tarde el sueño de alcanzar su primer título del mundo con una inapelable derrota frente a Real Madrid de España por 2-0, en la final del Mundial de Clubes FIFA 2014, que se disputó ante unas 38.345 personas en el Gran Estadio de Marrakech, Marruecos.
Los goles de Sergio Ramos, a los 36 minutos del primer tiempo, y el galés Gareth Bale, cuando se jugaban 6 del segundo, dieron un baño de realidad a las ilusiones de lograr la hazaña frente a un adversario claramente superior.
Los 12 mil hinchas de San Lorenzo que asistieron al estadio marroquí le entregaron al equipo una ovación, fruto del empeño demostrado en el campo de juego y como agradecimiento al cierre de un año que será guardado en la memoria por la conquista de la primera Copa Libertadores en la historia.
En Marruecos, Real Madrid fue un equipo situado a un abismo de distancia respecto de los demás participantes y consiguió de modo inobjetable su primer Mundial de Clubes y cuarta estrella intercontinental, tras las alcanzadas en 1960, 1998 y 2002.
Con la 22da. victoria consecutiva de su equipo, el DT italiano Carlo Ancelotti se transformó en el más ganador de títulos de esa magnitud, al sumar el de hoy a los tres que tenía con Milan de Italia (dos como jugadores en 1989 y 1990 y otro como entrenador en 2007).
La primera media hora del partido transcurrió del modo más conveniente para San Lorenzo. Fricción, faltas en cada pelota dividida, protestas sensibilizadas por las declaraciones previas en relación al juego violento y poca continuidad de juego para impedir que Real Madrid calentara sus máquinas ofensivas.
El equipo de Bauza comprimió diez jugadores en los últimos 30 metros de la cancha y con ello bloqueó todo fluir de ataque en el conjunto español, que eligió el costado izquierdo de Emmanuel Más como flanco preferido para la búsqueda del gol.
Sólo el uruguayo Martín Cauteruccio quedó despegado del compacto defensivo ‘azulgrana‘, con un trabajo muy arduo para retener la pelota hasta el adelantamiento de la primera línea de mediocampistas.
Por esa razón, San Lorenzo no tuvo acercamientos serios al arco de Iker Casillas.Real, por su parte, contó con una ocasión clarísima el minuto cuando el alemán Toni Kroos le quitó una pelota a Juan Mercier y cedió para el ingreso de Cristiano Ronaldo, cuyo envío cruzado pasó a centímetros del botín derecho del Benzema.
Después de esa acción, el Madrid sólo dispuso situaciones de pelota parada (seis en los primeros 25 minutos) y por esa vía llegó al gol, justo en el momento en que San Lorenzo crecía en confianza y ensayaba un tímido adelantamiento para recuperar la pelota más lejos de su arco. Kalinski perdió una pelota en ofensiva y generó un contraataque vertiginoso de Benzema, que cedió para la entrada de Bale, cuyo disparo desvió Torrico. En ese córner, con la pegada punzante de Kroos y un cabezazo certero de Ramos, Real Madrid se puso en ventaja.