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La madre del niño de 9 años encontrado ayer muerto dentro de un tambor, cubierto por una bolsa de nailon y tapado con un colchón, tierra y otros desechos, en la ciudad chubutense de Rawson declaró hoy ante la Justicia que ella no lo mató pero admitió que intentó quemar su cadáver y lo colocó donde lo hallaron, por lo que seguirá detenida, informaron fuentes judiciales.
Se trata de María Celia Rojas (32), de nacionalidad paraguaya, quien esta mañana prestó declaración durante su audiencia de control de detención antes la jueza Ivana González, quien dictó tres meses de prisión preventiva para la mujer mientras continúa la investigación.
Según las fuentes, el hijo de Rojas padecía una parálisis cerebral, por lo que permanecía tendido e inmóvil sobre su cama, donde su madre dijo haberlo encontrado muerto, tras lo cual, decidió ocultar su cadáver en un tambor de 200 litros color azul ubicado en el fondo de su humilde vivienda, en la zona portuaria de Rawson, a unos 7 kilómetros de centro de la capital de Chubut.
"Por la noche no dormía, generalmente lo hacía de día y así estuvo tres días hasta que una mañana me levanté a ver como estaba y lo vi con la nariz presionada contra el colchón donde dormía. Estaba morado por eso lo levanté, lo abracé me di cuenta que estaba muerto y no supe que hacer", relató la mujer en la sala de audiencias donde el público la escuchaba en silencio.
Luego, Rojas dijo: "Lo envolví en una manta y me quedé junto a él hasta que el cuerpo empezó a despedir olor entonces lo envolví en bolsas y lo quise quemar, después le puse tierra para apagar el fuego y lo volví a cubrir con una manta hasta que lo metí en una bolsa y lo dejé en el tambor donde antes teníamos arena, puse el colchón encima y ahí lo dejé". "Eso hice, intenté quemarlo y lo oculté, pero no lo maté", explicó la mujer que agregó que la última vez que vio a su hijo con vida fue el sábado 6 de diciembre pasado, por lo que el cuerpo del niño estuvo dentro del tambor 17 días.
En tanto, por requerimiento de las fiscales Griselda Encinas y Patricia Cárcamo se realizó esta mañana una inspección ocular en la vivienda de Rojas."Parece una película de terror", admitió a la prensa el jefe de la comisaría de Playa Unión, Felipe González, que intervino en la diligencia. El hecho investigado ocurrió en una casa ubicada en la calle Soldados de Malvinas de Puerto Rawson, adonde concurrió la ex pareja de Rojas, con quien tiene hijos aunque no era el padre del niño fallecido, que alertó a la Policía del hallazgo.
"Nosotros sentimos olor feo pero nos imaginamos que era olor a pescado podrido porque hay mucha actividad pesquera y siempre tiran deshechos en cualquier lado", relató esta mañana a los fiscales un vecino del inmueble.
Por su parte, el defensor oficial, Nerejo Morejón, dijo que en base a la declaración de Rojas confía en que cambie la acusación, hoy caratulada como "homicidio agravado por el vínculo y por la indefensión de la víctima". "(El relato de la imputada) Fue espontáneo ya que la mujer quiso hablar cuando podría haberlo evitado y en donde expuso con verosimilitud que ella no lo mató", indicó el letrado.