El Litoral
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Con 26 años y nacido el 15 de octubre de 1988 en Santo Domingo, un pueblito de la provincia de Santa Fe, Pablo Vegetti se fue haciendo desde chico hincha de Colón. Su historia en el fútbol profesional es conocida, porque la fama le llegó de grande.
Desde que el ojo clínico de Miguel Restelli lo hizo explotar en Colón de San Justo en la canchas de la Liga Santafesina, pasando por la recomendación a Ricardo Rezza para llevarlo a la B Metropolitana (firmó contrato con Villa San Carlos, donde concretó 24 goles y obtuvo el ascenso a la B Nacional), su experiencia internacional en el Rangers de Talca por Chile. Todo fue rápido para este chico que no se la cree. Luego, vuelta al fútbol argentino para jugar en Ferro Carril Oeste y a mitad del año pasado el esperado desembarco en Primera División con Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Un principio de conflicto con sus papeles abrió la ilusión para que Vegetti se pusiera la camiseta del club que es hincha. Además de hablar con el jugador, Colón estaba dispuesto a comprar la mitad del pase al Rangers de Chile. Pero finalmente se solucionó todo y seguirá en Gimnasia.
En La Plata, Pablo Vegetti habló por primera vez tras el conflicto entre Gimnasia y Ricardo Pini (quien era dueño del 50 por ciento de su ficha) que casi lo aleja del club y confió que siempre estuvo tranquilo y confiado en que iba seguir con la azul y blanca. “No es fácil, uno trata de aislarse, pero tiene la cabeza pensando. Gracias a dios se terminó esta novela y estoy entrenando en Gimnasia”, dijo el goleador del equipo en contacto con La Redonda.
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