El Litoral
La Liga Nacional de Básquet no tiene nada que envidiarle a la NBA. Por lo menos así lo demostró Alejandro Diez, jugador de Peñarol de Mar del Plata, al convertir un doble de espalda, cayéndose y en el último suspiro del partido.
El doble, que quedará en la historia de la liga como uno de los más insólitos, sirvió para que el equipo marplatense supere en condición de visitante a Obras por 81 a 79.