Juliano Salierno
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“Entendemos que la realización de los carnavales santotomesinos deberían realizarse en otro sitio de la ciudad, para que no seamos siempre los mismos vecinos quienes sufrimos y padecemos las molestias”, dice la presentación judicial que un grupo de ciudadanos del barrio Centro realizó el mes pasado.
El escrito, patrocinado por la abogada María Laura Lapalma, ingresó a Tribunales el 15 de diciembre de 2014 y recaló en el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 10, del Dr. Eduardo Sodero, que al día siguiente dio por “interpuesta la demanda contra la Municipalidad de Santo Tomé”. Y si bien los reclamantes lo hicieron bajo el modelo de la “ley de amparo provincial Nº 10.456”, el magistrado le dio trámite “por la vía del recurso contencioso administrativo sumario (Ley º° 10.000)”, “atento a la naturaleza de la pretensión planteada”.
Puntualmente el colectivo de vecinos se expresó por la vía judicial “con el fin de que se ordene la prohibición de la realización en febrero del año 2015 y en todos los años posteriores los carnavales santotomesinos en calle Iriondo, entre Siete de Marzo y Sarmiento y/o en las inmediaciones del barrio Centro de dicha ciudad, en razón de los efectos perjudiciales para el medio ambiente, la salud y el bienestar de los vecinos del barrio Centro”.
Feria judicial
Fuentes del caso indicaron que atento a ello el municipio pidió habilitación de feria para evitar que el litigio se extienda hasta febrero, ya que es la fecha próxima a la realización del evento, pero hasta el momento las partes no han sido notificadas de ningún avance en la materia.
Los accionantes cuestionan que “desde hace seis años consecutivos” el barrio Centro “es el que alberga la realización de los mencionados carnavales” que se desarrollan durante tres días consecutivos “en los cuales la vida de los vecinos del barrio deviene en un auténtico calvario”.
En cuanto a las razones expuestas, el reclamo judicial hace hincapié en cinco puntos: 1) Contaminación acústica, ruidos molestos y excesivos; 2) Imposibilidad de circulación por el barrio; 3) Molestias ocasionadas por suciedades y malos olores; 4) Deterioro de frentes de viviendas; y 5) Situaciones particulares de peligros varios.
Salud y ambiente
Los demandantes argumentan que “lo que se encuentra gravemente comprometido es la salud, el ambiente sano y equilibrado y el bienestar de los vecinos del barrio Centro de Santo Tomé”. Y que “para obtener medidas expeditas y eficaces sin objeción alguna y a la luz de la sana crítica, la vía del amparo es la más idónea”.
El recurso interpuesto ante la Justicia tiene, entre los argumentos más fuertes, que “los carnavales santotomesinos se realizan sin ninguna barrera de contención acústica ni se respetan los niveles máximos de sonido estipulados en la normativa municipal, lo cual a los vecinos nos genera un hostigamiento y trastornos en nuestras horas de descanso de fin de semana, que nos niega la normalidad de nuestra vida cotidiana, al punto de ser imposible en esos días poder conversar normalmente en el interior de nuestras viviendas, conciliar el sueño, disfrutar del descanso, llegando en muchos casos a ser imposible permanecer en nuestros hogares, y vernos obligados a trasladarnos por esos días a otro sitio”.
Libre tránsito
También el cerramiento de calles aledañas genera problemas para el libre tránsito, puntualmente en el horario de 18 a 5 de la mañana. “Esto nos ocasiona a los vecinos serias dificultades para acceder a nuestras viviendas, teniendo que alargar 6 cuadras para poder ingresar, dado que se hace un vallado en la parte peatonal, sumado a la colocación de las boleterías, lo que convierte a la zona en una literal jaula”. Y lo mismo manifestaron para con “la circulación de automóviles”.
Los “malos olores” son otra fuente de conflicto. Puestos de comida ambulantes y baños químicos en las veredas, que también se utilizan como estacionamientos de motos, son los principales. “Es la extrema suciedad, producida por basura y desperdicios de vendedores y el numeroso público”, lo que genera el reclamo. “Restos de comida, bebidas, plásticos, papeles, cigarrillos invaden nuestros frentes de viviendas, haciendo del barrio un sitio sucio y oloroso, que nos produce muchísimo malestar”. Sin contar “la molestia ocasionada por olores proveniente de orina de muchas personas sobre el frente de nuestras casas”.
“Es decir, el barrio Centro de la ciudad de Santo Tomé tolera durante todo el año una molestia excesiva producida por la falta de gestión, prevención y control por parte del municipio en materia de organización de espectáculos públicos”, señalaron los demandantes.
Apoyo de la vecinal
El presidente de la vecinal Centro de Santo Tomé, Marcial Pedraza, fue crítico para con la gestión del intendente Fabián Palo Oliver. “Dentro del municipio hay gente que tiene licencia para molestar”, disparó el referente barrial a propósito del conflicto desatado entre un grupo de frentistas y los organizadores del carnaval.
“El día de los corsos hicieron una batucada frente al sanatorio 7 de Marzo, estaban practicando, y salieron los familiares de los pacientes pero no les dieron bolilla hasta que llamaron a la policía y se fueron. ¡Decime vos si eso es ser sensible!”.
Pedraza sostiene que “lo mismo pasa con los vecinos” que año tras año se ven obligado a convivir tres días con el espectáculo callejero. “Lo que estamos pidiendo es que se haga en distintos lugares, no estamos en contra de la manifestación popular pero sí de que le toque siempre a los mismos; estamos pidiendo que se haga sobre la costanera o en los barrios, pero no, se hace siempre sobre calle Iriondo”, sostuvo. “Remarcamos que no nos oponemos a la manifestación popular de la que participa la ciudadanía, pero tampoco esto es un corsódromo”, dijo.
Antecedentes
La decisión de recurrir a la vía judicial no aparece como un capricho de un grupo de vecinos enemistados con la celebración, sino que cuenta con numerosos antecedentes.
“El 2 de diciembre de 2014 treinta vecinos del barrio centro presentamos un reclamo administrativo solicitando a las autoridades municipales la no realización de tal evento en el próximo año 2015”, con el consabido resultado adverso.
“Ya el 28 de noviembre de 2013, presentamos una nota firmada por 90 vecinos del barrio en la cual acercábamos al intendente nuestras quejas en relación con los diversos trastornos producidos por la realización de espectáculos en el Anfiteatro Municipal y la realización de los carnavales santotomesinos en calle Iriondo”, enumeraron.
“El 5 de diciembre de 2013 se suscribió un acuerdo de mediación en la Dirección General de Mediación y Resolución de Conflictos de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe, por el cual los representantes de la Municipalidad de Santo Tomé se comprometieron a realizar las pruebas de sonidos; controlar la potencia del sonido con decibelímetros y reorientar los parlantes a fin de minimizar los efectos sonoros; a realizar la limpieza de la zona aledaña y a transmitir al intendente la solicitud de vecinos y de la vecinal Centro de trasladar la realización de los carnavales a otros puntos de la ciudad.
Ninguno de estos compromisos fueron cumplimentados por parte de las autoridades municipales”, se quejaron.