José María Listorti junto a Paula Chaves conducen “Este es el show”. Foto: Gentileza Ideas del Sur
Por Roberto Maurer
José María Listorti junto a Paula Chaves conducen “Este es el show”. Foto: Gentileza Ideas del Sur
Roberto Maurer
El público ya entendió que durante las vacaciones el mundo sigue rodando, aunque su eje se encuentre en Mar del Plata y Carlos Paz. Y tanto la vida continúa, que el “Bailando” prosigue en movimiento. No es un caimán tomando sol en la arena, ni un tren detenido en la vía que aguarda una señal para ponerse en marcha nuevamente, ni un volcán dormido.
Si bien el estado actual del “Bailando” es de reposo desde el cierre de la temporada 2014, a su manera el monstruo sigue vivo todos los días del año y de lunes a viernes a través de esa existencia subalterna o llama inextinguible denominada “Este es el show” que conducen José María Listorti, el Delfín, junto a Paula Chaves.
Durante la temporada del “Bailando”, es la usina que por las tardes procesa los entretelones en estado bruto, que a la noche llegan al público más o menos pasteurizados. Y antes de comenzar la temporada, es decir, ahora, “Este es el show” se constituye en las Paso del “Bailando”. Apenas disfrazada, funciona como una preselección informal en la cual se aplica el Método Tinelli de la Prueba y el Error, de la cual saldrán algunos de los participantes del “Bailando 2015”.
TALENTOS ARGENTINOS
Si no, ¿de dónde surgió como bailarín eventual el nombre de Alberto Samid, el oscuro y grotesco personaje de la carne? Se sabe que no es necesario pasar por el Colón, aunque muchos sí lo hicieron, para llegar al concurso de Tinelli: el padrón es universal y absolutamente inclusivo.
Ya comenzaron a acariciar la idea de traer a Sherezade y Onur, los protagonistas de “Las mil y una noches”, la sensación otomana de El Trece. O sea que el “Bailando” alcanza a Turquía, y por supuesto, también a Chile: acaban de sugerir la candidatura de Janis Pope. ¿Quién la conoce? Es la ganadora de la versión trasandina del reality de Tinelli, y la entrevistaron en Carlos Paz , donde vive. No levanta las piernas en ningún teatro, sino que se enamoró de un argentino, se vino y pusieron una vidriería en la localidad serrana, lo que significa que se gana la vida honestamente.
Ella misma se presenta como maestra de ballet, actriz, notera y malabarista, con humildad, diciendo “hice de todo un poco”. Como nadie la conoce fue presentada como “la chilena que sabe todo sobre Eugenia Lemos”. Si también es necesario explicar quién es Eugenia Lemos, puede ser consignada como una diosa argentina, modelo, movilera y participante en Gran Hermano que decidió instalarse en Chile con todos los trucos que nuestros hermanos desconocen. Con ese handicap de argentina, allá explotó y dividió a las clases sociales participando en realitys donde se distinguió por su agresividad expresada en frases como “anda comete los postres, gorda lechona” dirigida a una compañera. Recientemente, nuestra compatriota fue golpeada y expulsada de un reality.
“Somos buenas conocidas”, explicó Janis Pope, tomando cierta distancia de la salvaje Eugenia Lemos, de quien ofreció una inteligente interpretación sobre la personalidad que la convirtió en una triunfadora: Eugenia Lemos, básicamente, obtiene su poder de la palabra y con ella en los realitys domina a las personas.
Janis Pope también tiene capacidad de expresión, pero es bien educada o sea que posee un atributo difícil de encontrar en nuestra farándula. Hasta sabe usar la palabra “idiosincrasia”, y fue para establecer diferencias entre la tele en uno y otro país. Para referirse a la tele chilena, apeló al vocablo “conservadora”, cuando en realidad se trata de los límites marcados por el buen gusto y la educación que hoy son amenazados por la importación de argentinos y argentinas.
“Una vez se me saltó la pechuga (una lola) y lloré”, contó, y alguien le dijo que en la Argentina son accidentes que no causan vergüenza: se celebran.“¿Tenés lengua filosa? ¿Te sabés defender?”, le preguntaron a Janis Pope . No se trata de saber bailar para intervenir en el show de Tinelli.
UN ARRIBISTA
Ese mismo día apareció otro aspirante al “Bailando” y como único invitado de la tarde. Martín Amestoy se hizo famoso con la velocidad de un meteoro, o sea en el tiempo que dedicó a pasearse por la tele hablando mal de su ex pareja Silvina Escudero. Con eso le bastó para que lo presentaran como integrante de una trinidad de sex symbols argentinos, junto a Federico Bal y Matías Alé. Es un joven productor de televisión que usa el antiguo bigotito fino, un arribista mediocre que quiere repetir la brillante carrera de Peter Alfonso. Lo hicieron bailar un cuarteto, como probándolo en broma, y fue lo mismo que ver a un pino.
En su presencia, la sacaron a su ex Silvina Escudero desde Carlos Paz para tirarle de la lengua, pero estuvo lacónica. “No me interesa. Eso va por vía judicial. El 1º de febrero termina la feria”.
Lo despreciaron de todos lados, al patético sex symbol. Connie Ansaldi ni lo miró y dio razones: solidaridad con la maltratada.
CAMPEÓN O CAMPEONA
Ese día volvió de vacaciones la maravillosa Yanina Latorre, que tomó posición frente al difundido beso de lengua de Ileana Calabró y Maravilla Martínez en Carlos Paz, tan erótico como un choque de camiones. “Ese beso es un asco”, afirma Yanina. Sostiene que el ex campeón es gay y ante la reacción de sus compañeros, usa su aplastante sentido común:
—Pero qué, ¿es un asesinato ser gay?
Por cierto, Ileana y Maravilla también son candidatos al “Bailando”, al igual que el gobernador De la Sota. Con astucia, encuestan a los televidentes y tantean las inclinaciones de las masas.
“Marcelo nos está mirando, con Chato y Fede, cada uno en su casa”, afirma Listorti. Mentira. Minga que los va a mirar. Sería como si un terrateniente de la Antigua Roma visitara la choza de sus esclavos.