DyN / EFE
El vehículo con el féretro, en medio de un fuerte operativo de la Policía Bonaerense, fue recibido con aplausos por un gran número de personas, algunas de las cuales portaban banderas nacionales, mientras que otras esgrimían carteles con consignas como “Justicia por el fiscal”, “Nisman somos todos” y “La verdad no muere”.
En el lugar, la diputada nacional de Unión PRO Patricia Bullrich dijo a la prensa que la inhumación de los restos del fiscal será “como enterrar a un pedazo de la República, porque lo que ha pasado es muy serio y muy grave”.
El cuerpo de Nisman fue velado durante toda la noche en una funeraria de Buenos Aires por su familia, que ha pedido una ceremonia íntima para despedirle y que expresó su dolor en avisos fúnebres publicados en la prensa.
"Papá, nosotras, tus hijas Iara y Kala, sólo necesitábamos de vos, tu presencia y compartir buenos momentos".
"Hoy te despedimos, sabiendo de tu dedicación al trabajo. Esperamos que ahora puedas estar en paz. Nosotras guardamos en nuestro corazón los lindos momentos vividos juntos", se despidieron Iara y Kala Nisman.
En otro aviso, su ex mujer, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, indicó que transita su muerte "con desconcierto y profundo dolor" por las hijas de la pareja y deseó que Nisman encuentre la paz que su entrega al trabajo no le permitió disfrutar en plenitud.
En la calle, y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, decenas de personas despidieron el cortejo fúnebre con velas, banderas argentinas, flores, pancartas con la leyenda "Yo soy Nisman", "Gracias Nisman" y "Queremos Justicia", y pidieron una "Argentina en paz".
"Siento mucha tristeza, no se puede permitir que no haya Justicia", dijo una argentina ante las cámaras a las puertas de la funeraria.
"No quiero este país ni este Gobierno para mis hijos y mis nietos. Quiero una Argentina en paz", agregó otra de las mujeres que se acercaron a despedir al fiscal de la causa AMIA.
El fiscal fue enterrado en el cementerio judío de la localidad de La Tablada, en las afueras de Buenos Aires.
Su muerte, calificada por la Justicia como "dudosa", ha conmocionado a la sociedad argentina y ha desatado el mayor escándalo político del mandato de Cristina Fernández, que ha agregado confusión al caso tras apuntar que Nisman no se suicidó y denunciar una supuesta conspiración contra su Gobierno orquestada por agentes secretos.