Redacción de El Litoral
Télam/DyN
Un equipo alternativo de Boca Juniors le dio otra vez una clase de fútbol a los titulares de River Plate, al golearlos anoche con un histórico 5 a 0, en la ciudad de Mendoza, en el marco del segundo superclásico del año, que contó con cerca de 50 mil hinchas en las tribunas.
El segundo superclásico del año tuvo un desarrollo entretenido y parejo hasta los 15 minutos iniciales y luego a un Boca contragolpeador y demoledor ante un River, endeble e irreconocible.
En el cuarto de hora inicial los dos equipos tuvieron sus chances: Boca con un remate del chileno Fuenzalida y un centro desde la derecha de Luciano Monzón, que resolvió muy bien Barovero; y River con dos disparos de larga distancia de sus dos centrales Maidana y Ramiro Funes Mori, que encontraron estupendas respuestas de Guillermo Sara.
Pero pasado ese lapso del juego, Boca explotó al máximo las facilidades que le ofreció River en el fondo. Así un grosero error compartido entre Maidana y Funes Mori derivó en la apertura del marcador de Cristaldo.
El volante, con un certero remate al ángulo derecho, le marcó su séptimo gol a River: cinco en las inferiores y dos en una semana en Primera División, aunque en clásicos de verano.
Enseguida llegó el segundo gol, con un contraataque perfecto, comandado brillantemente por Chávez y definido con sutileza por Palacios.
River, en tanto, tuvo el descuento en los pies de Funes Mori, pero otra intervención estupenda de Sara evitó la caída de su arco, 180 segundos más tarde.
Sobre los 30 minutos hubo devolución de gentileza: pase exquisito de Palacios y definición brillante de Chávez. El 3-0 sentenció el superclásico. Y eso quedó aún más en evidencia, con la ingenua expulsión del uruguayo Mayada, que tuvo un partido para el olvido.
Gallardo, frente a este panorama, un 0-3 con diez jugadores, realizó tres cambios antes del inicio del segundo tiempo: Sánchez por Mora, Pezzella por Maidana y Álvarez Balanta por Vangioni, para intentar nivelar el desarrollo del juego.
Sin embargo, el panorama se oscureció todavía más cuando, a los 11 minutos, el uruguayo Sánchez se fue expulsado por “hablar”.
Pero Boca, con la ventaja en el marcador y númerica, se relajó y se dedicó a manejar la pelota, casi sin pisar el área rival, en los primeros 15 minutos. Todo esto a partir de la conducción de Fernando Gago, que hizo expulsar a “Teo” Gutiérrez, pero con el apoyo de un extraordinario juego colectivo. Boca, con los goles de Calleri y Bentancur, le dio un resultado categórico al superclásico.