La soja tuvo su década ganada pero enfrenta un futuro con incertidumbre

Mientras avanza el proceso de siembra, se mantienen las expectativas sobre el total de la campaña. La preocupación actual es su precio internacional. Foto: El Litoral/Archivo

Corresponsalía Rosario

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En la última década la soja ganó por goleada, no sólo a nivel productivo, con un incremento del volumen cosechado, sino también con respecto a la liquidación de divisas, que entre 2004 y 2014 se incrementó un 118 por ciento. Sin embargo, ese largo veranito parece haber terminado debido a la caída de los precios de la oleaginosa, que bajó el 23 por ciento en el último año, impulsada por un conjunto de factores que van desde cosechas récord en Estados Unidos como por la falta de dinamismo de la economía mundial.

Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) en 2014 se liquidaron un total de 24.051 millones de dólares, aproximadamente un 4 por ciento más que el año anterior. De acuerdo con los registros, en 2013 la liquidación de divisas llegó a 23.208 millones de dólares.

El economista de la Bolsa de Comercio de Rosario, Julio Calzada, explica que “si se analizan el registro del último año con el de 10 años atrás se observa que la liquidación de divisas actual más que duplica el registro del año 2004. Entre el 1º de enero de 2004 y el 31 de diciembre de dicho año se liquidaron 11.055 millones de dólares. De esta forma, el valor liquidado en el año 2014 (24.051 millones de dólares) representa un incremento del 118 por ciento respecto de la liquidación del año 2004”.

La comparación entre 2004 y 2014 de algunos indicadores vinculados a este sector productivo son muy demostrativos para dimensionar la victoria de la soja en la última década. En la campaña 2003/2004 la Argentina producía cerca de 69,7 millones de toneladas de cereales, oleaginosas y otros cultivos (algodón, maní y poroto). Diez años después la producción de estos bienes ascendió a 110,7 millones de toneladas, lo que implica que actualmente se produce un 54 por ciento más de cereales, oleaginosas y otros cultivos que hace 10 años atrás.

En la campaña 2003/2004 generó una producción total de 31,5 millones de toneladas de poroto, mientras que una década después se cosecharon 53,4 millones de toneladas. Para este año se pronostica una producción cercana a los 54,5 millones de toneladas, según estimaciones del Departamento Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Este salto cuantitativo ha sido muy importante para generar mayores divisas para Argentina”, señala Calzada en el informe al que tuvo acceso El Litoral.

Se produjo un incremento en los precios internacionales de cereales, oleaginosas, aceites y harina a lo largo del período 2002 a 2014. A modo de ejemplo, el valor FOB de exportación del poroto de soja el pasado 16 de enero de 2004 ascendía a 294 dólares la tonelada. Hace un año atrás, el 16 de enero de 2014, dicho precio FOB del poroto era de 532 dólares la tonelada. En la actual semana (día 14 de enero de 2015) el gobierno argentino fijó el FOB para el poroto de soja en 446 dólares la tonelada. “Esto muestra de manera elocuente que, aún con las bajas en las cotizaciones del mercado de referencia de Chicago que se vienen sucediendo desde el año pasado, los precios de exportación del poroto son superiores a los registrados hace 10 años atrás”, aseguran en la Bolsa de Comercio.

El dato Industria aceitera

• La capacidad de molienda de semillas oleaginosas en el país se encontraba hace 10 años (al segundo semestre del año 2003) en 97.546 toneladas por día. Argentina, en este decenio, más que duplicó su capacidad de crushing a nivel nacional, con un crecimiento en términos relativos del 122 por ciento entre el año 2003 y 2014. El complejo industrial oleaginoso cuenta en la actualidad con una capacidad de procesamiento de 206.931 toneladas por día. “Estas fuertes inversiones permiten procesar soja y girasol, obteniendo bienes industriales que son exportados casi en su totalidad (harina de soja, aceites y biodiesel)”, advierte el informe.