Robo y profanación en la capilla de barrio Los Troncos

Danilo Chiapello
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Por tercera vez en lo que va del año, la capilla Ntra. Sra. de Itatí (ubicada en el corazón del barrio Los Troncos) fue blanco de la acción de delincuentes que robaron distintos bienes y profanaron elementos sagrados.

Del hecho se supo hoy, poco antes de las 10, cuando un grupo de catequistas arribó al lugar, en Beruti y Troncoso, y observó que una de las puertas de la capilla estaba violentada.

“Yo me estaba preparando para ir a dar la misa del domingo, cuando recibí un llamado telefónico donde se me comunicó lo que había sucedido”, dijo hoy el padre Matías.

Visiblemente consternado, el religioso (quien se desempeña como colaborador del párroco titular, José Milesi) comentó que “éstos son hechos que golpean muy fuerte a una barriada, que ya de por sí sabe de sacrificios y postergaciones”.

Según se cree, la acción vandálica se concretó durante la madrugada. Los malvivientes se ocultaron bajo la densa oscuridad que impera en la zona, ya que las luces del alumbrado público no funcionan.

“Entraron por una puerta que supuestamente estaba asegurada”, relató el padre Matías. “Pasaron una mano o algún tipo de objeto con el que lograron destrabar la abertura”.

Primero fueron a la sacristía donde causaron un gran desorden y rompieron cosas. Tiraron los cajones al suelo y profanaron los elementos sagrados. Por ejemplo abrieron el sagrario, sacaron el copón y desparramaron las ostias por el piso.

También sustrajeron muchos objetos dorados, “que simulan ser de oro pero que no lo son”, agregó.

“Luego los rufianes ingresaron directamente al templo desde donde sustrajeron ventiladores, micrófonos, parlantes y un equipo de sonido. También destrozaron ornamentos sagrados e imágenes religiosas”.

Varias veces

No es la primera vez que esta capilla sufre acciones delictivas.

Ya durante la noche del viernes, autores ignorados entraron al salón donde se dicta catequesis y robaron un freezer. Y un poco antes nos habían sacado elementos del templo.

“Es el tercer golpe que sufrimos en lo que va del año”, precisó con sorpresa el padre Matías, quien llegó a dicha comunidad hace tan sólo una semana.

“Lo que pasa es que nunca habíamos sufrido un hecho de semejante magnitud como el de ahora. Jamás se habían animado a romper tanto, a profanar los elementos sagrados. Vemos cómo se van corriendo los límites hacia lo peor. Es algo tremendo lo que pasó”.

El suceso caló muy hondo no sólo en la populosa barriada, sino que provocó un sinnúmero de complicaciones. Por ejemplo el padre Matías hoy debió pedir un atuendo prestado y otras cosas, para poder dar la misa.

Más adelante, el sacerdote indicó que tanto nosotros como el conjunto de la barriada ve con suma preocupación estos hechos.

“Esta es una parte de la ciudad muchas veces olvidada por los gobernantes. Sin ir más lejos, la capilla está en una zona donde a la noche es una ‘boca de lobo’ ya que las luces del alumbrado público no funcionan. Por este motivo, pedimos a las autoridades que las reparen cuanto antes”, reclamó.

Por último, el padre Matías solicitó colaboración a toda la comunidad para reponer los elementos sustraídos. “Es que todo lo que hay aquí se hizo con el sacrificio de mucha gente”, sentenció.