En el contexto de los reclamos -la mayoría de ellos violentos- por parte de la Uocra que por entonces lideraba Emanuel Araya, el intendente José Corral pidió la ayuda e intervención del Ministerio de Seguridad de la provincia y de la Justicia Federal para que se terminen los piquetes.
La intención del intendente era nada menos que “prevenir los delitos que un sector de la Uocra pretende repetir” con los cortes sistemáticos. “Todo tiene un límite y los santafesinos estamos hartos”, dijo en declaraciones publicadas en El Litoral el 23 de julio de 2013.
El mensaje del intendente señalaba expresamente que por tercer día consecutivo, la ciudad se estaba viendo afectada por “la prepotencia de los violentos que no respetan la ley, cortan una ruta de alto tránsito, generen contaminación con la quema de cubiertas, dañan el patrimonio público y tienen a la ciudad casi sitiada”.
El parte de prensa oficial continuaba diciendo que “todo tiene un límite y los santafesinos estamos hartos. Durante dos días, la ciudad estuvo sitiada por los violentos. Conflictos laborales hay muchos en la ciudad pero éste es el único sector al que no le importa el trabajo, los bienes y la salud del resto de los santafesinos”.
Un día antes, el municipio formalizó una denuncia ante el Juzgado Federal por una serie de daños ocasionados a raíz de la reciente protesta de la Uocra en avenida 27 de Febrero, una vía de circulación nacional.