Chinchu no extraña las luces de las cámaras. A pesar de haber conocido una vida de lujos e idolatría, en ningún lugar será más feliz que en Universitario.
—¿Qué hacés de tu vida hoy?
—Le estoy dando a mi mamá una mano en la cantina del club. Ella estaba sola y tomamos la decisión de trabajar juntos. También estamos entrenando con mi viejo la M-14. Estoy todo el día acá. Para mí es espectacular porque me permite compartir un montón de cosas con mi familia que es lo que yo quería.