Roban, maniatan y golpean a un jubilado y su hija

Danilo Chiapello
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Una mezcla de dolor y bronca había hoy en la casa de Necochea 2671 (en pleno barrio Candioti) donde reside Rubén Darío Vizcay (64). El hombre luce frágil y golpeado. Tiene una profunda herida en su cabeza.

A su lado están sus hijos, María Victoria (31) y Pablo Daniel (41) quienes hacen fuerza para no quebrarse, aunque sus ojos se vean brillosos por las lágrimas.
Es que hace sólo algunas horas terminan de sufrir un violento hecho delictivo, que dejó a todo el grupo de familia sumido en medio de un drama.

Eran cerca de las 3 cuando el dueño de casa despertó sobresaltado al escuchar ruidos en el interior de su casa. Ni bien salió del dormitorio se topó con tres sujetos, uno de los cuales le gritó: “¡Viejo no nos mirés!”.

Según se supo, los intrusos se habían ganado al interior del inmueble tras romper el vidrio de un ventiluz que se encuentra en la parte superior de la vivienda. Desde allí se “descolgaron” hacia un living.

Armado con un palo, uno de los malvivientes le asestó un golpe en la cabeza a Vizcay que lo dejó mareado y aturdido.

Luego, los ladrones se valieron del cable de una computadora y maniataron al hombre, para finalmente dejarlo reducido en un sillón.

Dueños de la situación y el lugar, los sujetos (todos menores de edad) comenzaron a requisar las distintas dependencias de la casa, cargando distintos objetos.

Pero para esta parte, el robo iba a tener un capítulo inesperado. Esto fue cuando se produjo la llegada de María Victoria, una de las hijas de Vizcay.

Ni bien puso un pie en la casa, la joven tropezó con un cuadro de horror. Su padre maniatado en el sillón, en medio de un charco de sangre.

Sin darle tiempo a reacción alguna, los ladrones se lanzaron contra la mujer, a quien también sometieron a una dura golpiza, para después maniatarla con una camisa.

Se fueron en auto

“Querían plata y más plata”, dijo hoy la joven en diálogo con este diario. “Me pedían las llaves del auto (un Chevrolet Corsa) y también las de la moto. Querían llevarse las cosas en el auto. Una vez que les di las llaves cargaron el televisor LED; dos notebooks; mi cartera con todo lo que tenía adentro; los teléfonos celulares, etc.”

“Yo les decía que se vayan porque iba a llegar la policía. Además, en un rato también estaba por llegar mi hermano.”

“Con todo el apuro, dieron marcha al auto y salieron, pero en la esquina se pararon. No sé si intuyeron algo o qué les pasó. Pero bajaron las cosas del vehículo y continuaron la fuga de a pie.”

Segunda sorpresa

En medio de la odisea quien también llegó al lugar fue Pablo (el otro hijo de Vizcay).

“A todo esto, justo llego yo que me iba a pescar, y veo a dos agentes de Prefectura corriendo por Alem”, agregó el joven. “Me llamó la atención pero seguí. Llego a casa y la veo a mi hermana que viene caminando con mi papá. Entonces me dije: acá pasó algo”.

En eso, aparecieron los móviles de la policía y cuando le contamos lo que pasó automáticamente se ubicaron sobre los autores. Después vinieron los peritos y demás.
Tuvimos que llamar una ambulancia por la herida que tenía mi padre. Le dieron un punto de sutura. Después, lo trasladaron hasta un nosocomio privado donde le hicieron las demás curaciones.

Luego, nos enteramos de que la policía llegó hasta una casa próxima a la cervecería, allanaron y encontraron allí todas las cosas que nos habían sacado.

Seguidilla

“Es la tercera vez en un año que nos roban”, expresó Pablo con lógico enojo.

En febrero del año pasado, nos llevaron una moto y un televisor, más una computadora de mi otro hermano. Luego, en septiembre, volvieron a entrar y se llevaron una computadora, ropa y hasta una pelota de fútbol que era de mi hijo.

Ahora, nos pasa esto, entonces ya veo que han pasado todos los límites.

Las veces anteriores no le hicieron nada a mi padre porque estaba dormido. Entraban, sacaban y se iban. Pero esta vez el se despertó. Entonces le pegaron.

Ya no sabemos más qué hacer para que no entren. Tuvimos que clausurar una puerta y nada. Lo peor es que todos saben quiénes hacen estas cosas. Siempre son los mismos. La policía los detiene y al otro día están afuera”, sentenció.

Detenidos

Respecto a este suceso el parte oficial de prensa de la URI expresó que “en horas de la madrugada, en virtud de la comisión de un acto delictivo en calle Necochea al 2600 personal de Brigada Motorizada fue comisionado por la Central de Emergencias 911.

Al arribo, fueron informados que momentos antes tres sujetos ingresaron al domicilio y tras amedrentar físicamente a los moradores les sustrajeron un televisor, dos notebooks, dos teléfonos celulares, prendas de vestir, documentación personal y elementos varios.

El rápido despliegue de las unidades, previa verificación de las inmediaciones, permitió por calle Necochea casi Av. Alem la aprehensión de los tres malvivientes, todos de 16 años. Asimismo, se logró recuperar la totalidad de los elementos sustraídos, en poder de los imputados.

La víctima, mayor de edad, fue asistida y trasladada por una Unidad Sanitaria del 107 al hospital por presentar una herida cortante en el cuero cabelludo, no revistiendo gravedad.

Tomó conocimiento el órgano competente en turno”.