El Litoral
DPA-EFE
La aerolínea alemana Lufthansa ha reservado a través de su consorcio asegurador 300 millones de dólares para hacer frente a los costes derivados del accidente de su filial Germanwings en los Alpes franceses hace una semana.
"Se trata, entre otros costes, de indemnizaciones financieras para los familiares de las 150 víctimas del avión, los costes del Airbus A320 destrozado y para el gasto de personal de asistencia", explicó hoy un portavoz de la compañía en Fráncfort.
El portavoz confirmó así una información publicada en el diario económico alemán "Handelsblatt". El dinero será puesto por un consorcio de empresas aseguradoras liderado por la alemana Allianz.
En estas horas, la investigación alemana de la tragedia aérea, trabaja con la hipótesis de que Andreas Lubitz estrelló el avión desesperado ante la posibilidad de perder su licencia de piloto debido a sus problemas médicos.
El popular diario alemán "Bild" publica hoy las declaraciones de un investigador del caso en las que reconoce que las pesquisas apuntan a que éste es el "principal motivo" que llevó a Lubitz a estrellar voluntariamente el Airbus 320 de la compañía alemana de bajo costo Germanwings.
"El principal motivo para nosotros en estos momentos es que Lubitz probablemente tenía miedo a perder su licencia de vuelo por sus problemas de salud", asegura el investigador, que no es identificado.
Así, prosigue el razonamiento, tendría sentido que ocultase a su empresa las bajas médicas que recibía y que visitase distintos médicos en busca de una segunda opinión.
Según distintas informaciones, Lubitz tenía que renovar su licencia de vuelo este junio.
"Bild" informa de que el copiloto del vuelo 4U 9525, un alemán de 27 años, estuvo en "al menos en tres ocasiones" en la clínica universitaria de Düsseldorf entre febrero y marzo de este año.
La Fiscalía federal alemana indicó ayer que el copiloto recibió hace años y durante un largo período tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas".
Esto se unía a la interrupción que el joven realizó en 2009 durante su formación como piloto debido a una depresión.
"Bild" publicaba asimismo este domingo que Lubitz estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina.
Por su parte, la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia, que investiga el siniestro, dijo hoy que prestará especial atención a "los motivos que han llevado a la instalación de sistemas de bloqueo de las puertas de las cabinas y a los procedimientos para entrar y salir de ellas".
Según indicó el organismo en un comunicado, está centrado en describir con precisión el desarrollo de ese vuelo de Germanwings y en analizar los fallos que pueden llevar a ese tipo de incidentes.
El BEA da prioridad también, añade la nota, al análisis de los criterios y procedimientos que "puedan detectar determinados perfiles psicológicos".
Esa institución, referencia mundial en la investigación de siniestros aeronáuticos, añadió que se ha volcado igualmente en describir "con precisión", desde un punto de vista técnico, el desarrollo de ese vuelo, que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf.
Ese trabajo, según su nota, se basará en el análisis detallado de la grabación de voz de la caja negra que contiene las grabaciones en cabina, y en el procesamiento de los parámetros de vuelo que pueda haber disponibles.