Recobra fuerza la toma de tierras y hay preocupación en Reconquista

Gustavo Capeletti
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Como sucede en este tipo de circunstancias, la toma de tierras del barrio América de Reconquista, ubicado en la zona sur del dibujo urbano, se produjo en escasos minutos. Unas 40 familias se constituyeron sobre el terreno, con hilos y estacas delimitaron los lotes y a plena intemperie se instalaron en lo que, ilegalmente, pasaron a denominar como sus terrenos.

El hecho conmocionó a los distintos poderes del Estado, municipal, judicial, legislativo, judicial, y al conjunto de la sociedad civil: otra vez, el fantasma de las usurpaciones se volvía corpóreo, haciendo caso omiso de los esfuerzos millonarios del gobierno para dar solución al déficit habitacional, que se estima alcanza a un tercio de la población.

En pocas horas, un fiscal de turno de hizo presente en el lugar y tras escuchar a los ocupas, comprometió su gestión para encauzar la situación; en tanto el domingo el intendente Jacinto Speranza arribó al sitio usurpado y dialogó con los ocupantes: los conminó a abandonar la toma, y cesar en lo que, les advirtió, “es un delito”.

Así, se llegó hasta el lunes en que Speranza, junto a colaboradores, concejales y representantes del Instituto Municipal de la Vivienda se reunieron con delegados de los usurpadores del barrio América y le propusieron que ubiquen en la lista de los que esperan por la casa propia.

A su vez, en la mañana de este martes, otra reunión en la sede municipal con los mismos actores buscó concretar una salida al entuerto, aunque al final no hubo avances significativos.

Desde la oposición, la concejal Soledad Zalazar (FpV) sostuvo a medios locales que el 80 ó 90 por ciento de los usurpadores no están anotados en la lista de los que esperan, y algunos de los que usurparon ya están en lista de espera y ni lo sabían, lo que refleja un problema de incomunicación, que afecta la planificación”.

Al respecto, indicó que “hay un grupo que pensaba salir y otro que no tiene interés en abandonar la usurpación” y agregó que la Municipalidad tiene unos 190 lotes disponibles hacia el oeste del barrio Virgen de Guadalupe, donde está el último predio de tierra incorporado al Instituto Municipal de la Vivienda. “De los 490 lotes comprados últimamente, 300 ya están comprometidos, por lo que quedarían 190 disponibles”, calculó.

Repudio

En tanto, el Concejo municipal se expidió con contundencia para marcar su repudio a las tomas de tierras en esta ciudad. En un comunicado, el cuerpo manifestó ante los hechos sucedidos los días sábado 28 y domingo 29 de marzo pasados “el total repudio a la comisión de cualquier delito. La comisión de un delito es la transgresión a una norma y por ende la ruptura del orden pretendido en la República, en la que las normas están por encima de todos los ciudadanos. El delito de usurpación está tipificado en el art. 181 de nuestro Código Penal”.

La totalidad de los ediles expresaron, en total respeto de la división de poderes, su “entera disposición hacia el Poder Judicial y de quienes intervienen en su nombre - encargados de determinar la comisión o no de un delito - para resolver la cuestión con la mayor celeridad, y con la mayor paz posible, a fin de restablecer el orden dañado”.

Asimismo, recalcaron que ante la problemática relacionada a la tierra y a la vivienda, el Estado en todos sus poderes y diferentes estratos “ha puesto esfuerzo intentando buscar soluciones” y en estos últimos tiempos la comunidad de Reconquista, en un trabajo conjunto del Ejecutivo municipal y el Concejo, ha tomado cartas en el asunto y ha comenzado un plan de generación de lotes sociales, adquiriéndose aproximadamente 790 lotes -distribuidos en distintos barrios de la ciudad-, a través del “Instituto Municipal de Tierra y Vivienda”, creado por Ordenanza Nº 5.101.

“Estas acciones intentan paliar la situación y es el comienzo de una política de Estado, a la que todos los partidos representados en este recinto han avalado, que tiene un comienzo pero no un final”, aseguraron.

En la parte final de la misiva pública, los concejales se comprometieron a “seguir pretendiendo, con ayuda de toda nuestra comunidad, generar un trabajo en que profundamente creemos y en el que es necesario el compromiso y la colaboración de todos los actores sociales y en todas las facetas, el Estado – en todos sus estamentos -, las instituciones intermedias, los actores privados y ciudadanos; ya que el beneficio es para la comunidad en su conjunto, repercutiendo en un mejor lugar para vivir y para todos”.