Alberto Sánchez
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Luego del 1-0 en contra frente a Sarmiento ayer en el 15 de Abril, el entrenador de Unión, Leonardo Madelón, dio muestras de que el resultado negativo dolió, pero sobre todo la falta de respuestas que el equipo brinda sobre el campo de juego, hecho agravado por el 0-2 sufrido en Rosario ante Newell’s: “Duele porque el otro día contra Newell’s se nos fue una racha de 18 partidos sin perder, y ahora una buena cantidad de partidos durante siete u ocho meses sin perder que teníamos en nuestra cancha, que era algo muy bueno. Sin dudas que hay que rever las cosas, pero no lo voy a hacer delante de ustedes, me voy a tomar el tiempo para pensar en lo que viene. Obviamente, se han dado cuenta de la influencia que tiene ‘Quique’ (Triverio), es el ensamble de todo el equipo, y si bien no es una excusa, creo que nos afectó”.
“De cualquier manera, Unión es un equipo del cual la gente siempre se sintió orgullosa de venir a verlo, y hoy se quedó con las ganas, como me pasó a mí. Yo me sentía orgulloso de mi equipo, pero hoy estuvimos desdibujados. Regalamos un tiempo, después hicimos todo lo posible como para empatar, pero ellos se cerraron bien. Tuvimos alguna chance y pudimos haber empatado, aún jugando mal nos hubiéramos quedado con un punto, pero nos quedamos sin nada”, agregó el técnico tatengue.
En su contacto con la prensa, Madelón dio indicios de lo que vendrá en la semana: “Tenemos que trabajar mucho, hay jugadores esperando afuera y también hay bajos rendimientos. Siempre dije que al fútbol lo arreglan los jugadores, las chances de jugar llegan por lesiones, por suspensiones, pero también por bajos rendimientos. Les he dado chances a varios jugadores con bajos rendimientos, pero habrá que cambiar y no me tiembla el pulso. Yo busco lo mejor para el equipo y la relación con los jugadores es muy buena, ellos lo entienden, pero sin dudas que hay que apretar porque nos han equiparado un montón de equipos”.
Para ratificar lo expuesto, “Leo” expresó: “Estoy preocupado porque nos caracterizaba la agresividad, la intensidad, ojalá que no hayamos perdido eso. Que no la hayamos tenido es una cosa, sería muy triste y preocupante no recuperar lo que nos identificaba. Vamos a activar todo lo que veníamos haciendo. Yo me siento con capacidad y especialista en levantar el ánimo de los jugadores, en reordenar, corregir y cambiar las cosas para bien, y me voy a abocar a full. Si antes trabajaba mucho, ahora deberemos trabajar más todavía”.
También habló de vergüenza: “Yo estoy como el hincha, y los jugadores también. Estamos golpeados y con vergüenza, pero esa vergüenza sana, sabiendo que el equipo dejó todo en la cancha. Jugamos mal, tuvimos mucha imprecisión, le dimos destino equivocado a muchas pelotas, si cada jugador entregó cinco pelotas mal, sumando a todos son como 40 mal entregadas, y así no te queda otra alternativa que perder el partido”.
“Nuestra mística, nuestro ADN, era presionar, asfixiar, no dejar respirar a los rivales. Pero nos miran todos, todos nos conocen, eso es algo que tengo que resolver para encontrar variantes. El equipo que desde el inicio uno pensó que era intocable, ahora habrá que tocarlo. Sin dudas que hoy tuvimos muchos puntos bajos, mucha imprecisión, y la suma de las imprecisiones hace que pierdas. En el primer tiempo le dije al ‘Pirata’ (Czornomáz) que parecía que Sarmiento estaba jugando bien, pero lo único que hacía era esperar a que nos equivoquemos nosotros”, afirmó el entrenador.
De todas maneras, confía en que la cosa puede mejorar: “Que el hincha de Unión se quede tranquilo, esto lo tenemos que cambiar rápidamente, hay buena gente, hay buena predisposición, mucha capacidad, las relaciones internas son muy buenas. No estamos en crisis, no nos equivoquemos. A cualquiera le puede pasar de perder dos partidos seguidos, hasta al Barcelona le ha pasado. En Rosario me molestó el cómo perdimos, hoy no fue así, nos embocaron y después intentamos por todos los medios y no pudimos entrarles”.