Danilo Chiapello
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Padres, alumnos y docentes de la escuela 1130 Cooperación Escolar vivieron dramáticos momentos cuando un delincuente comenzó a los tiros en plena calle, en un hecho que no dejó ninguna desgracia personal sólo por obra de la buena suerte.
El grave suceso se desarrolló en el horario que centenares de niños (alumnos del turno tarde), muchos de los cuales estaban acompañados por sus padres, ingresaban a la institución educativa ubicada en 12 de Infantería al 3900, esto es, en barrio Pompeya.
La secuencia se inició minutos después de las 13 cuando tres individuos, de entre 18 a 20 años, comenzaron una fuerte disputa justo frente a las puertas de la escuela.
Lo peor del asunto sobrevino cuando uno de estos muchachos, que se movilizaban en una motocicleta, sacó a relucir un arma de fuego y abrió fuego contra los otros dos.
“La situación fue desesperante. Nosotros sacábamos a los chicos de las ventanas y los poníamos contra las paredes”, dijeron hoy Alejandro Curcio y Lucrecia Zanetta, director y vice, respectivamente en diálogo con este diario.
Poco le importó al “pistolero” la cantidad de personas que nada tenían que ver con el asunto. Incluso antes de retirarse apuntó con su arma hacia el cielo y efectuó varios disparos, en otra clara muestra de su locura.
En la calle
“A las 13.15, ya se había producido la entrada de la mayor parte de los alumnos del turno tarde. No obstante aun continuaban llegando chicos y padres que venían retrasados”, comentaron hoy las autoridades docentes.
“De repente vemos que se produce un altercado acá, frente a la entrada, en medio de la calle. Eran tres jóvenes, de unos 20 años, uno de los cuales estaba en una moto. Lo terrible fue que el de la moto saca un arma de fuego y empieza a disparar. Le tiraba a los otros dos que estaban rodeados de chicos de la escuela. Incluso el que tiraba en un momento se esconde detrás de un auto donde bajaba un padre con un niño, quien le dijo: ‘¡Pará loco... no dispares!’”, relatan.
“Nosotros mirábamos todo desde acá mientras colocábamos a los chicos detrás de las paredes, como nos dice el protocolo para estos casos. Los sacamos de las ventanas -prosiguen-. A todo esto el de la moto amaga como a irse pero da una vuelta en círculo, saca el arma de nuevo y efectúa varios disparos al aire. Como un verdadero ‘pistolero’”.
Curcio resaltó que “sinceramente fue una situación terrible. Encima de todo, mientras se producía el incidente yo me comuniqué al 911 pero jamás me respondieron. También llamé a la comisaría y no obtuve respuesta”.
Queremos custodia
Más adelante, el director y la vice apuntaron que “nosotros queremos un refuerzo de la vigilancia en este lugar, porque son muchas las personas que están en riesgo. Por lo menos que vengan en los horarios centrales, que son a la entrada y a la salida de los chicos”.
“El año pasado estuvimos acompañados por la policía. Mandaban un patrullero y personal de a pie. Se presentaban y trabajaban. Pero este año desapareció. Estamos en una zona complicada. Aquí confluyen tres barrios importantes que son San José, Pompeya y Las Flores. A raíz de la inseguridad toda esta zona ha cambiado mucho últimamente y la escuela no está ajena a esa situación. No podemos tapar el sol con la mano”, advirtieron.
“Vemos que aparece ‘gente nueva’, que vienen de otros lugares y enseguida comienzan los problemas”, culminaron.