Danilo Chiapello
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Una niña de 12 años vivió dramáticos momentos ayer al mediodía mientras caminaba por las calles del Guadalupe residencial.
La menor (alumna de la escuela N° 38, Brigadier Estanislao López) se vio acorralada por un sujeto que, a través de distintas maniobras, intentó persuadirla para que suba a un automóvil. La maniobra se desarticuló cuando la pequeña comenzó a pedir auxilio a gritos, lo que puso en fuga al abusador.
En diálogo con este diario, la madre de la nena refirió que “todo ocurrió ayer entre las 12,40 y las 12,50 minutos después que mi hija salió de la escuela. Yo la había mandado para que me cargue una tarjeta de teléfono en el kiosco que se encuentra en Gral Paz y Padre Genesio.
Mi hija venía caminando por 12 de Infantería cuando al llegar a la intersección con Tacuarí, se dio cuenta que un automóvil la estaba siguiendo.
En cuanto a las características del rodado la mujer precisó que “era blanco y con sus vidrios polarizados”.
Agregó que al mando del vehículo se encontraba un hombre, de unos 40 años. Pelo canoso y de muy buena presencia.
“Podés ser modelo”
“Según me contó mi hija, el tipo comenzó a ofrecerle cosas. Le decía que era una nena muy linda... que podía conseguirle trabajo como modelo”.
“Pero al llegar a Gral Paz las cosas se pusieron “densas” porque el hombre puso el rodado de frente y directamente le cortó el paso”, prosiguió su relato la madre.
“Yo te puedo ofrecer una mejor vida... Te puedo hacer desfilar en los shoppings como modelo para las chicas. Dejame que te saco un par de fotos y luego esperamos que nos contesten. Pero vos tenés que subir al auto”, insistía el rufián.
Mi nena quedó entre sorprendida y asustada. Fue entonces cuando el tipo bajó del auto y abrió la puerta de atrás. Ahí directamente le bajó una orden: ‘¡ dale... subí de una vez!’
Al ver que mi hija no accedía al pedido el hombre la tomó de un brazo. Pro entonces mi nena comenzó a gritar hasta que logró zafarse.
Mi hija salió corriendo y llegó hasta donde yo estaba trabajando donde me narró todo lo ocurrido. De inmediato llamé al 991 y enseguida apareció un patrullero. Los agentes me preguntaron todos los detalles del caso y comenzaron a buscarlo. Yo salí en bicicleta detrás de los policías colaborar en la búsqueda.
Según mi hija el coche que manejaba el hombre podría ser una Chevrolet Meriva. Pero después la policía me comentó que el único vehículo que habían visto en actitud sospechosa era un Chevrolet Astra. Yo sé que los rodados no son parecidos, pero eso es lo que me dijeron.
Después me presenté en la seccional 8va y denuncié todo”, culminó.
Vecinos preocupados
Es de hacer notar que este grave episodio se consumó en medio de dos establecimientos escolares (la ya aludida escuela 38, y el colegio San José de las Hermanas Franciscanas) y en cercanías de la propia dependencia policial.
Consultados al respecto los vecinos de la zona se mostraron preocupados por los reiterados hechos delictivos que se dan, sobre todo al mediodía y en horas de la siesta. Es por este motivo que reclamaron una mayor vigilancia y presencia policial.
La zona