El Litoral
En la audiencia de apertura del juicio oral y público por el crimen de Jésica Caparrós, ocurrido en un local de venta de ropa de Javier de la Rosa 2011, la tarde del sábado 27 de octubre de 2012, el acusado del homicidio, Exequiel Figueroa, ex pareja de la víctima y padre de una nena de hoy 8 años que ambos tenían en común, se declaró inocente.
La fiscal Elena Perticará dijo en su acusación que el sábado 27 de octubre de 2012, alrededor de las siete y media de la tarde, en el local de venta de indumentaria de Javier de la Rosa 2011, donde trabajaba la joven Caparrós, Exequiel Figueroa arribó en un auto Fiat Uno blanco, ingresó al negocio y le disparó a su ex pareja con un revólver calibre 38 por debajo del párpado del ojo izquierdo. Después se llevó el dinero de la caja registradora, algunos papeles y el teléfono celular de la víctima. Jésica fue trasladada en estado desesperante al Hospital Cullen, donde falleció minutos más tarde.
El abogado Gustavo Durando, quen representa a Norma Flores y Rubén Caparrós, padres y querellantes en el proceso, coincidió con la fiscal en la acusación y ambos adelantaron que pedirán la pena máxima, que es de prisión perpetua, dado que catalogaron el hecho como “homicidio calificado por alevosía, agravado por el uso de arma de fuego” y “hurto calificado”.
La defensa por su parte, que fue ejercida por el abogado particular, Juan Bautista Fosa, descartó que su defendido haya sido el autor del disparo que terminó con la vida de Caparrós y anunció que tratará de demostrar que su pupilo estaba en otro lugar cuando ocurrieron los hechos.
“Yo estaba en la casa de mi novia, junto con mi suegra”, realtó Figueroa, que reconoció haber mantenido una comunicación por mensaje de texto con Jésica, pero que hacía una semana que no la veía.
A propósito de la relación que tuvieron, el imputado declaró que “fue buena en todo momento, pero después empezaron a surgir problemas porque los padres se metían mucho en mi relación”.
Consultado por la querella acerca de peleas y trato violento, Figueroa afirmó que tenían “discuciones y empujones como toda pareja”.