En Rumania

El millonario negocio del videochat erótico

Alexandra trabaja en el porno. Pero nadie la toca y lo que más ofrece a sus clientes es conversación. Como ella, cientos de rumanas jóvenes y con estudios han encontrado un trabajo muy rentable en el videochat erótico, un negocio que genera cientos de millones de dólares en el segundo país más pobre de la UE.

Ilustración de Lucas Cejas

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