El Litoral
Tras una reunión que se realizó ayer a la tarde, se pasó a un cuarto intermedio. La Federación que nuclea a los gremios del sector reclama un sueldo mínimo de 14.931 pesos. “El gobierno puso un tope del 30 por ciento”, confirmó Yofra. Hay 40 barcos esperando cargar en los puertos del Gran Rosario
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Corresponsalía Rosario
El paro de la Federación que agrupa a gran parte de los gremios de trabajadores aceiteros lleva 18 días y las negociaciones con las empresas del sector exportador y el gobierno no arribaron ayer a la tarde a ninguna solución de fondo. El efecto de esta medida, que afecta a más de 40 plantas del Gran Rosario, se empieza a sentir en las góndolas de los supermercados, donde comienza a escasear aceite. Unos 40 buques esperan en rada para cargar granos y aceites y derivados, pero no lo pueden hacer porque el paro de la Federación Aceitera dejó sin stock de las fábricas en una época clave, como es la cosecha gruesa.
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina reclama un incremento salarial del 42 por ciento, que llevaría el salario mínimo a 14.931 pesos. Pero las empresas no están dispuestas a pagar esa suma, ni el gobierno nacional, a través del Ministerio de Trabajo, está dispuesta a avalar un incremento salarial por encima del 30 por ciento, algo que provocaría un efecto en el resto de los sindicatos que se encuentran en negociaciones paritarias.
Daniel Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, confirmó hoy a la mañana en Radio Dos que las negociaciones se encuentran en un cuarto intermedio. Ayer a la tarde fracasó una nueva instancia de diálogo en la cartera laboral que encabeza el ministro Carlos Tomada. “El escollo más grande hoy es el gobierno. No es que las empresas no lo sean, con ellas siempre terminás en un conflicto porque ellos son capitalistas y nosotros trabajadores pero acá el problema es que las paritarias o son o no son libres”, planteó el dirigente gremial.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario plantearon, en un comunicado de prensa, su preocupación por el extenso conflicto. “La disputa está fuera de control y ha derivado en la imposibilidad de concretar entregas de granos de productores en plena época de cosecha, generando enormes problemas logísticos, que disparan costos de embolsado innecesarios en una campaña con resultados sumamente ajustados, en la nula operatoria comercial de los mercados de concentración de negocios, en el virtual corte de la cadena de pagos, con lo que los efectos se advierten no sólo en los propios eslabones de la cadena de comercialización, sino que también impactan en los más diversos proveedores de bienes y servicios”, señala el documento difundido por la entidad.