Un equipo de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires de la (UBA) alcanzó el puesto 18, entre 128 universidades, en una de las competencias más prestigiosas de programación informática, superando a otras destacadas casas de estudio como Harvard (Estados Unidos), y en el más alto lugar de América Latina.
El equipo, integrado por Melanie Sclar, Ariel Zylber y Lucas Tavolaro Ortiz -todos estudiantes de la UBA- consiguió el destacado lugar en el Mundial de Programación en Marruecos, bajo la supervisión del “coach” Agustín Gutiérrez y gracias a la coordinación de la matemática Irene Loiseau.
“Melarita, palabra armada con los nombres de sus integrantes, es cómo se identifica al grupo que logró resolver satisfactoriamente 8 de los 13 algoritmos y cálculos matemáticos de esta competencia”, dijo Pablo Heiber, olímpico y egresado de la misma universidad, y actual organizador del torneo nacional y regional de la ACM (Association for Computing Machinery).
La competencia ICPC (International Collegiate Programming Contest) organizada por la ACM les exigió a los participantes resolver 13 problemas sobre algoritmos y cálculos de matemáticas y lógica; y un desarrollo en tiempo real, en lenguaje de programación C, Java ó C ++, indistintamente.
En esta oportunidad, “Melarita” de Argentina ganó el primer puesto de América Latina en el certamen que duró 5 días y finalizó este miércoles en Marruecos. Y se quedó con el puesto 18 a nivel global, superando a Harvard (19º) y Sao Paulo (28º).
El certamen, que duró cinco días y terminó esta semana con la gran final en una sala con 128 equipos resolviendo 13 problemas en cinco horas, empezó como una competencia local en Texas, Estados Unidos.
En los últimos años la competencia pasó de tener de siete a tener 13 problemas, y los organizadores informaron que el más difícil de aquella época es seguramente el más estándar de la prueba actual. Asimismo, hubo un corrimiento de mejor desempeño de los equipos estadounidenses -que antes eran los más fuertes- a los de Rusia y China.