Enrique Cruz (h)
Guido Rancez, compañero de equipo de Gómez en Atlético Paraná, habló del defensor rafaelino que falleció el domingo en medio del partido de su equipo con Boca Unidos en Corrientes.
Enrique Cruz (h)
Atacaba Atlético Paraná y había un córner a su favor. De pronto, “Patulo” se desplomó. Nadie entendía nada porque la jugada se desarrollaba en otro sector, a más de 50 metros del lugar de la caida. “Patulo” era Cristian Gómez, un marcador central de 27 años que militaba en Atlético Paraná, que enfrentaba a Boca Unidos en el flamante estadio del equipo correntino. El partido estaba 1 a 0 y se jugaban 32 minutos cuando se produjo la caida de “Patulo”, producto de una descompensación. “Patulo” había nacido en Rafaela y en su carrera vistió varias camisetas, entre ellas las de 9 de Julio de su ciudad natal, la de Libertad de Sunchales, Deportivo MacAllister y All Boys de La Pampa, Deportivo Armenio y Sportivo Patria de Formosa.
Apenas se desplomó, compañeros, médicos y rivales corrieron desesperadamente y empezaron a apantallarlo con sus camisetas. La ambulancia tardó dos minutos en ingresar al campo de juego. Cristian Gómez ya presentaba signos de muerte súbita, lograron reanimarlo y fue conducido al Hospital Escuela General San Martín, donde luego de más de una hora y media de intentos por reanimarlo, falleció.
“Patulo” hacía dupla en la zaga con Diego Reynoso, el “Mudo”, aquél zaguero central que vistió la camiseta de Colón en los comienzos de su carrera y luego pasó a jugar por Atlético de Rafaela, Olimpo y el fútbol chileno, entre otros equipos. Y adelante juega Guido Rancez, un sanjustino nacido futbolísticamente en Unión, delantero titular en el equipo del Chavo Cervilla en el partido de ayer.
En medio del dolor, Guido Rancez comentó su lamentable experiencia a El Litoral.
—¿Cómo te diste cuenta de lo que estaba pasando?
—Fui el que llegué último, porque iba a patear el córner que teníamos a nuestro favor. Uno de los pibes alcanzapelotas me dijo que había un jugador nuestro tirado en el piso, que no me apurara. Miré hacia nuestro campo y ví que le estaban haciendo viento a Cristian, ahí me dí cuenta que estaba todo mal. Nos desesperamos un montón, me puse muy nervioso.
—Sessa declaró que se le pusieron los ojos blancos y se le iba la lengua para atrás...
—Yo llegué después que el Gato, así que no alcanzé a ver eso. Además, te confieso algo: no quise mirar mucho. Me puse muy mal.
—¿Cómo había estado en el viaje y en el hotel?
—Normal, bien como siempre. Cristian era jodón, le gustaba chacotear. Siempre estaba buscando un motivo para reirse, divertirse y hacer reir al resto. Le gustaba cargar al compañero, pero siempre bien, era muy chacotero.
—¿Qué hicieron cuando se lo llevaron?
—Esperamos un rato con Facundo Tello, el árbitro, y nos fuimos todos al hospital. No recuerdo cuánto tiempo pasó. Cuando llegamos al hospital, Cristian estaba muerto. Quisimos verlo. No lo podíamos creer, se vivieron momentos muy dramáticos, de mucho dolor. Después nos volvimos a Paraná, el viaje fue inexplicable. Ahora estamos por juntarnos todos para ir al velorio (N. de R.: lo sepultaban a las 17 del lunes).
—¿Era tu amigo?
—No era uno de mis principales amigos pero siempre tuve una buena relación con él, jamás un problema. Por ahí tenía más afinidad con otros, como siempre ocurre en un grupo tan grande, pero con Cristian me divertía mucho... Todos nos divertíamos mucho.
—¿Alguien de Agremiados se comunicó con ustedes?
—Cuando estábamos en el hospital, alguien de Agremiados lo llamó a Lencioni, nuestro capitán.
Reanimación y desfibrilador
“La muerte súbita en el deporte ocurre entre 1 o 2 casos cada cien mil personas, es decir no es muy frecuente, pero tiene un gran impacto mediático por tratarse de uno de los deportes más populares del mundo y hoy nos tocó muy de cerca ya que es un jugador de Rafaela, que jugaba en Paraná y en una categoría donde hace poco tiempo jugaban Unión y Colon. El ciudadano común se asusta y se consterna cuando ocurren estas cosas y las estadísticas no les interesa, además se interrogan por qué ocurren estas cosas y sobre todo que se han producidos varios casos en los últimos tiempos, el chico del básquet, los casos de la ligas amateur y otros que me puedo estar olvidando”, señaló el doctor Eduardo Wagner, encargado del Departamento Médico de Unión.
Wagner habló de la importancia de la “reanimación” y la “utilización del desfibrilador automático externo” (El Litoral hizo una producción especial sobre este tema en su edición del 12 de abril de este año).
“Por cada minuto que pasa en fibrilación, se calcula que se pierde en un 10 por ciento la posibilidad de sobrevivir al paro. Por lo tanto, la medida salvadora ya reconocida por la comunidad científica es el uso de la Desfibrilación. Hoy, la tecnología ha diseñado un equipo capaz de detectar si el paciente que está inconsciente no respira, no tiene pulso ni movimientos espontáneos, es decir tiene una muerte súbita y es candidato a requerir Desfibrilación, y el mismo sistema le ofrece el tratamiento para restaurar el ritmo de vida que permite al corazón bombear la sangre”, concluyó Wagner.
¿Se usó?
Un fuerte debate se instaló por la falta de utilización de un desfibrilador. Mientras desde la entidad correntina aseguraron haberlo tenido en el banco de suplentes a disposición, desde la institución entrerriana mantienen las dudas y la confusión.
“‘Escuché que el colega de Boca Unidos expresó que el desfibrilador estaba en el banco de suplentes, pero yo no sé si eso era realmente así. No quiero dudar de la palabra del presidente, pero sí le consultaré a nuestro cuerpo médico por qué optaron por una reanimación manual de otras características si estaba el aparato. Son interrogantes que intentaré evacuar”, manifestó el titular de Atlético Paraná, José Cáceres.
Mientras que dejó de lado los detalles médicos, para enfocarse en lo que fue la pérdida del defensor: “Nos invadió la angustia, la preocupación, después la desesperación de nuestro cuerpo médico... Los jugadores y el técnico que estaban encima de él veían una expresión en el rostro que era alarmante, los ojos le quedaban en blanco, tenía una especie de espuma en la boca y eso a cualquier persona le genera una alarma. Fue trasladado rápidamente al Hospital Escuela, allí siguieron intentando revivirlo a Cristian con los protocolos médicos que se utilizan en ese tipo de casos y se nos fue”.
“‘Desde el club compartimos el dolor, estamos tremendamente conmovidos, nuestras condolencias a su familia y la acompañamos en su dolor”, aseguró Cáceres, presidente de Atlético Paraná y vicegobernador de la provincia de Entre Ríos.
“El desfibrilador estaba disponible”
La Asociación del Fútbol Argentino difundió un comunicado en el que expresa “dolor” por la muerte de Cristian Gómez, futbolista de Atlético de Paraná que se desplomó durante el partido en el que su equipo visitaba a Boca Unidos de Corrientes por la fecha 16 de la Pprimera B Nacional.
En un breve texto, la casa madre del fútbol manifestó su “profundo dolor” y se pone “a disposición” de los familiares y amigos del rafaelino, de 27 años, que murió en la tarde de este domingo.
El texto completo es el siguiente: “En otro domingo triste, la Asociación del Fútbol Argentino manifiesta su profundo dolor por el fallecimiento del jugador Cristian Gómez, en ocasión del partido entre Boca Unidos y Atlético Paraná, equipo en el que actuaba. Esta asociación se pone a disposición de sus familiares y amigos”.
Horas después, la AFA, al mismo tiempo que anunció la suspensión de los partidos que restaban disputarse en la jornada, publicó otro comunicado en el que informa que “el desfibrilador manual que se le proveyó a todos los clubes pertinentemente estaba disponible y que Gómez se había realizado todos los estudios correspondientes a principios de temporada. Se retiró del estadio con signos vitales. Sin embargo, la fatalidad superó todas las prevenciones”.
¿Cómo decírselo?
En el diario La Opinión de Rafaela se publicó esta noticia: Peñarol le ganaba 1 a 0 a Atlético de Rafaela, con gol de Fernando Beltramo a los 20 minutos de partido, por la 2da fecha del Apertura de la Primera A liguista. A pocos minutos de comenzado el complemento, Gabriel Manzo, DT de “Peña” recibió una noticia desde su propia tribuna (la cuál tenía a sus espaldas). Alguien había llegado con un dato poco feliz. Muchos descreían lo que se hablaba. El rumor cada vez fue más fuerte y Manzo optó por sacar de la cancha a Iván Gómez. No fue un cambio táctico, ni un cambio por lesión, fue un cambio obligado. Obligado por lo que acababa de suceder en Corrientes con “Patulo”, su hermano.
Sorprendido, Iván dejó su lugar para que ingrese Juan Dunky. Iván aún no entendía en lo más mínimo la variante, incluso la mayoría de los presentes en la cancha auxiliar de Ben Hur tampoco. De inmediato se llevaron al capitán al vestuario y fue ahí donde le comunicaron la lamentable noticia.
A los 11 minutos del segundo tiempo igualó Oliver para la “Crema”, pero unos cuatro minutos después, Leo Ochoa le dio el triunfo a “Peña”. El club informó, mediante su página de facebook, que todas las actividades programadas para el día de hoy lunes quedan suspendidas.
Los de Santa Fe
Tanto Unión como Colón expresaron su dolor y sus condolencias a través de los twitters oficiales de ambas entidades.
La chicana en el dolor
No aprendemos más. Gustavo Alfaro, técnico de Tigre, dijo que “el fútbol argentino está enfermo”. Y razones no le faltan. Anoche debía jugar su equipo ante River y a él le avisaron, en plena charla técnica, que el partido estaba suspendido. Por su parte, los jugadores del plantel de River llegaron al estadio —tarde— porque previamente se habían comunicado de Afa y Agremiados avisándoles de la suspensión. Pero salieron los dirigentes de Tigre a preguntarse por qué motivo los de River se enteraron antes y hasta dejaron deslizar, en sus pobres y lamentables fundamentos, que se trataba de una avivada.
Todo esto pasó en medio del dolor y el luto por la muerte de un jugador de fútbol adentro de una cancha. Es triste e inútil seguir adelante con la calificación a tan injustificable actitud. Eso sí, lo que no se entiende es por qué se jugó el partido de Boca y cómo puede ser que Agremiados (el mismo gremio que obligó a los jugadores de Colón a no presentarse a jugar un partido y que todavía se espera que diga algo de la agresión a los futbolistas de River en la Bombonera) no haya tenido una reacción mucho más rápida, al igual que la Afa, para evitar que se hagan este tipo de lamentables conjeturas.
Tiene razón Alfaro, el fútbol está enfermo... En todo caso, el fútbol no, son algunas mentes las enfermas.