Cardiopatías congénitas: jornadas para aprender a detectarlas a tiempo

Gastón Neffen

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Cuando un obstetra o un ecografista ve “algo raro” en el corazón de un feto comienza un camino que puede salvar la vida de ese bebé, porque el nacimiento se planifica en una maternidad preparada y rodeado de los especialistas y la tecnología necesaria para tratar una patología que si no es detectada a tiempo puede ser fatal.

Por eso, los padres que integran la Fundación por las Cardiopatías Congénitas —por cuarto año consecutivo— organizan dos jornadas de capacitación: una en Ecocardiografía Fetal y la otra en Detección Precoz y tratamiento oportuno.

“Queremos que los 100 obstetras y ecografistas que hay en la ciudad, aproximadamente, estén entrenados para encontrar indicios de cardiopatías congénitas. Por eso volvemos a traer a Pablo Marantz, jefe de Cardiología Infantil del Hospital Italiano en Buenos Aires y uno de los principales referentes del país en este tema”, contó Mónica Patiño, presidenta de la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, en una entrevista con El Litoral de la que también participó Érica Bode, otra integrante de la fundación.

“Cuando hace una ecografía, el profesional debe hacer una evaluación cardíaca fetal. Y si sospecha algo raro, tiene que derivar a un cardiólogo infantil. Claro que para sospechar, hay que saber mirar”, insistió Patiño.

La primera jornada, sobre Ecocardiografía Fetal, se desarrollará el jueves 4 de junio en Jerárquicos Salud. Durante todo el día, los participantes trabajarán con Marantz y otros especialistas, se realizarán prácticas con pacientes y se enseñarán los protocolos de derivación. Está destinada a obstetras, ecografistas. Inscripciones al mail: [email protected], o al teléfono 0800-888-0074.

La segunda jornada se realizará el viernes 5 de junio, también coordinada por el cardiólogo infantil del hospital Italiano. Será un curso intensivo —teórico y práctico— sobre detección precoz y tratamiento oportuno de cardiopatías congénitas destinado a pediatras, neonatólogos y médicos generalistas. Los interesados pueden consultar al mail: [email protected].

“En Santa Fe, las cardiopatías congénitas todavía siguen siendo desconocidas y su diagnóstico en las ecografías es una excepción. La atención de estos casos es una deuda pendiente”, advirtió Bode. En la fundación, que tienen contacto de primera mano con cada historia, saben lo difícil que es para los padres encontrarse con una cardiopatía apenas nace su bebé. Con el reloj en contra, deben salir corriendo hacia Buenos Aires, conseguir de emergencia una ambulancia y cada minuto que pasa es un riesgo. Es una enorme angustia que se contiene y encauza mucho mejor cuando hay un diagnóstico precoz.

Otra cuestión central es la necesidad de que a cada chico que nace, como un protocolo básico, se le mida la saturación de oxígeno en la sangre con un oxímetro de pulso, que indica enseguida si algo puede estar funcionando mal.

En la ciudad, en el Hospital de Niños Orlando Alassia, los profesionales del Servicio de Cardiología tienen la tecnología para operar las cardiopatías de primera complejidad (desde 2011 se hicieron más de 160 intervenciones), pero es necesario derivar los casos más complejos a Buenos Aires. Por eso, la detección precoz es fundamental.

"Cuando hace una ecografía, el profesional debe hacer una evaluación cardíaca fetal. Y si sospecha algo raro, tiene que derivar a un cardiólogo infantil. Claro que para sospechar, hay que saber mirar”.

"En Santa Fe, las cardiopatías congénitas todavía siguen siendo desconocidas y su diagnóstico en las ecografías es una excepción. La atención de estos casos es una deuda pendiente”.

Desafío. Mónica Patiño y Érica Bode, de la Fundación por las Cardiopatías Congénitas, advirtieron que es necesario entrenar a los especialistas de la ciudad en la detección de estas patologías. Foto: Luis Cetraro