Danilo Chiapello
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La moto del joven asesinado fue encontrada ayer en Barranquitas. El rodado fue sometido a peritajes. Mientras, los investigadores buscan alguna pista en las cámaras de seguridad de la calle.
Danilo Chiapello
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La Honda Invicta de 150 cc, en la que se conducía Pablo Goytía el domingo, fue encontrada ayer en barrio Barranquitas.
El hallazgo se produjo al finalizar la tarde de la víspera luego de un oportuno llamado al 911 donde se dio cuenta sobre la presencia del rodado, en cercanías de Artigas y Pte. Perón.
Como es lógico suponer, tras semejante anuncio de inmediato se activaron todos los hombres afectados a la investigación de este caso.
Pese a ello, cuando los pesquisas arribaron al lugar dieron solamente con la moto, la que había sido abandonada en plena calle, sin rastros de su conductor.
Como el vehículo en cuestión había sido dejado frente a un inmueble, los actuantes tomaron la decisión de requisar dicha vivienda. Los ocupantes de la casa no pusieron reparos al procedimiento que finalmente no arrojó resultados positivos.
De igual modo, interesa a los pesquisas conocer la versión de quienes residen en dicha finca, motivo por el cual por estas horas prestan declaración en el Ministerio Público de la Acusación.
El haber dado con la moto de la víctima supone un paso importante en la pesquisa que ayer, en el mismo lugar del hecho, comenzó a realizar peritajes. Luego se dispuso que dichas labores prosigan en un lugar más seguro.
Los uniformados confían en poder ubicar a quien condujo la moto hasta Barranquitas, porque este dato sería un pasaje directo para dar con el o los asesinos del chico.
Otro aporte valioso a la causa fue suministrado por el policía que intentó detener a los malvivientes en el instante mismo en que consumaban el asesinato.
Este oficial, que pertenece a la Patrulla de Acción Táctica, aquella mañana se encontraba en Aristóbulo del Valle y Larrea cuando se “chocó” con la demencial secuencia.
Pese a haber hecho un disparo al aire, el policía no logró desactivar a los rufianes que terminaron escapando a bordo de las dos motos.
En tanto, otra parte de la pesquisa puso la mira en las cámaras de seguridad instaladas en la vía pública.
Lo que se intenta es ver si alguno de estos dispositivos registró el paso de la Honda Titán, ya sea en su último viaje hasta Barranquitas, como así también la mañana de la tragedia.
Fuentes calificadas dejaron trascender hoy que las tareas de observación no sólo se remiten a las cámaras de calle, sino también a las de algunos comercios.