El Litoral
Con el acto de proclamación de autoridades electas, el Tribunal Electoral dio por concluido anoche el proceso eleccionario provincial.
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De la Redacción de el Litoral
Con el acto de proclamación de autoridades, el Tribunal Electoral dio por concluido anoche el proceso eleccionario que comenzó con las primarias del 19 de abril y cerró con las generales del 14 de junio para renovar todas las categorías electorales de la provincia.
El evento se proponía reunir a los apoderados de todos los partidos políticos que participaron de la contienda para proceder a la lectura del acta de cierre y a la rúbrica correspondiente. Pero no estuvieron todos. Los que concurrieron fueron Mariano Romero Acuña en representación del Frente Progresista, Martín Palacios por el Frente Justicialista para la Victoria, y Miguel Kilibarda por el Frente Renovador. Los que no asistieron fueron los referentes y apoderados de la izquierda y del PRO.
Aún así, sin hacer objeciones, los presentes firmaron el acta que quedó cerrada con los últimos datos del escrutinio definitivo y las rúbricas de sus integrantes: Roberto Falistocco, Claudia Catalín, Daniel Acosta y Norah Echarte.
La novedad del evento fue que cuando se procedió a leer el margen por el que el socialista Miguel Lifschitz había ganado en la categoría gobernador, éste era más exiguo aún que el que se había difundido a través de los números provisorios que el propio Tribunal había entregado a los partidos políticos, después de que se terminara el escrutinio definitivo.
Según esos datos, la diferencia entre el líder socialista y Miguel Torres del Sel era de 1776 votos. Pero ayer, el acta de cierre hacía constar una diferencia entre ambos de apenas 1496 votos.
La explicación de esa reducción de sufragios después de que estuviese cerrado el recuento se encuentra en una resolución del Tribunal, que a sugerencia del procurador Jorge Barraguirre, decidió anular para las categorías provinciales, las cinco mesas de la localidad norteña de Tartagal que habían sido cuestionadas durante el mismo día de la elección.
En ese distrito, el domingo 14 de junio, el PRO denunciaba la presencia de candidatos del Frente Progresista que se hacían pasar por fiscales del partido de Mauricio Macri.
En primera instancia, el Tribunal había decidido que se abrieran todas las urnas, y así se hizo. Pero luego de terminado el escrutinio definitivo, Barraguirre recomendó directamente anular las cinco urnas en todas las categorías, excepto, en la de comisión comunal donde el PRO no tenía candidatos.
Hecho ello, se descontaron 280 votos de la fórmula del Frente Progresista, y fue así que la ya escasa ventaja que originalmente se había difundido entre Lifschitz y Del Sel de 1776 votos, terminó siendo de apenas 1496.
Concluido todo el proceso, el Frente Progresista terminó la elección para la categoría gobernador con 584.017 (30,64%), el PRO con 582.521 (30,56), el Frente Justicialista para la Victoria con 558.571 (29,30), el Frente Renovador con 70.429 (3,69%), y el Frente de Izquierda con 44.686 sufragios (2,34%).
Los votos en blanco para la misma categoría llegaron al 3,46% -65.975 sufragios- y los anulados al 3,24% (63.802 votos).