El Litoral
La idea es que los hijos construyan su casa arriba de la de sus padres.
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La Municipalidad de Santa Fe tiene proyectado para el próximo mandato del intendente José Corral la construcción de viviendas en altura en busca de solucionar el problema del hábitat de familias pobres. La idea es que los que viven de manera precaria puedan construir su casa arriba de la de sus padres. De esta forma la Municipalidad busca incluir con vivienda digna a los sectores postergados de la sociedad. “Hay que ocuparles el tiempo y ayudarlos a que empiecen a pensar a largo plazo. Muchos de los jóvenes a los que apuntamos son los papás de los nenes que van a nuestros jardines”, argumentó Corral al respecto en una entrevista publicada ayer por El Litoral.
El proyecto recién está en su etapa de análisis y evaluación, pero de acuerdo a lo manifestado por Corral es ambicioso. “No queremos hacerlo con cinco casos. Queremos hacerlo masivamente, empezando por los barrios que están más cerca del centro, como Villa del Parque y Barranquitas, que ya tienen servicios”, dijo. Para el intendente, “el principal problema que tienen es el hábitat porque están tratando de armar una familia y no tienen dónde. Entonces tienen como opciones andar en la calle, construir en un terreno inundable donde no los dejamos, o irse muy lejos y desarraigarse de su núcleo de vínculos”.
Consultado respecto de qué puede hacer el municipio en pos de lograr su inclusión, Corral explicó: “Tenemos que ayudarlos a construir su casa arriba de la de sus padres. El proyecto incluye, primero, el trámite para llevar a propiedad horizontal los terrenos que ya estén regularizados para que el de abajo y el de arriba tengan los papeles de propiedad y ninguno pueda echar al otro si surge un conflicto. Segundo, colaborar para que puedan hacer una buena estructura de hormigón armado arriba, para lo cual queremos convocar al Colegio de Arquitectos para que nos den varias opciones. Y que sea en las Escuelas de Trabajo donde los chicos aprendan y hagan la autoconstrucción de sus casas.
La opinión del Colegio de Arquitectos
“No veo mal la idea”, dijo el presidente del Colegio de Arquitectos, Marcelo Molina, ante la consulta de El Litoral. “En los barrios uno ve que en los fondos construyen la vivienda de sus hijos, lo que no siempre es reglamentario. Esta propuesta de construcción en altura supone costos menores porque elimina el costo del lote”, argumentó el especialista en la materia, aunque también reparó -admitiendo que se debe realizar un análisis exhaustivo- que “no son soluciones estructurales, sino de coyuntura y con un efecto muy limitado. Es razonable pensar que uno no puede resolver el problema de la vivienda sólo desde esta perspectiva, pero es una forma de atacarlo”.
el problema de hábitat “debe ser abordado desde una perspectiva más amplia y más compleja”, dijo el arquitecto Marcelo Molina
Para Molina hay que partir de la realidad existente, que es la convivencia de núcleos familiares en un mismo lote, padres con hijos que viven en la misma unidad. También se debe tener en cuenta que no hay lotes disponibles en la ciudad si se considera la cota de seguridad de altura de los ríos y las zonas inundables. “Desde esa perspectiva, la propuesta es una manera posible de resolver el problema”.
Más adelante, el arquitecto señaló que el problema de hábitat “debe ser abordado desde una perspectiva más amplia y más compleja”, porque en la historia “se ha resuelto en terrenos de bajo coste, periféricos y con problemas de infraestructura”. Es por ello que se debe “pensar en construir el tejido, proveer servicios y entorno urbano, y contribuir socialmente”. En ese sentido, Molina reclama un debate y estudio profundo.
Al ser consultado respecto de la intención del intendente de convocarlos, el presidente del Colegio de Arquitectos dijo que siempre están “dispuestos” y señaló que los “reconforta”, porque se deben fijar criterios. Molina piensa que un camino puede ser un concurso para proponer las mejores alternativas en calidad urbana. “La ciudad cuenta con dos facultades de arquitectura, una masa de ideas para trabajar la planificación previa”.
Luego de fijar criterios de urbanización “deben existir controles” para la construcción, de manera que “el tejido nuevo se articule con el existente de forma planificada” y evitar así “la espontaneidad”, explicó Molina.
La opinión de Los Sin Techo
“Cuando aparece un candidato a decir ‘vamos a gestionar terrenos municipales’, no sabe que no queda disponible ni un terreno de diez metros cuadrados en ningún punto la ciudad; como tampoco queda un terreno provincial ni nacional”, dijo José Luis Zalazar, desde el Movimiento Los Sin Techo, que trabaja en la construcción de viviendas para los pobres en los sectores marginales de la ciudad. Es por ello que desde esta ONG creen que lo que propone Corral “es una solución definitiva al problema de la vivienda social”.
“La idea es que el hijo viva arriba del papá y no atrás en un rancho. Hoy tenemos 2800 ranchos: un rancho por día, 400 nuevos anuales, nacen en la marginalidad 3 mil chicos por año", dijo José Luis Zalazar
El dirigente social hizo referencia al problema que genera la falta de viviendas para las nuevas generaciones con escasos recursos. “Hoy nosotros le estamos dando casas a los hijos de Los Sin Techo”, contó Zalazar. Un ejemplo de cómo funciona la movilidad urbana en estos sectores sociales es entender “cómo se formó Villa Oculta en 1994: con los hijos de los sin techo de Villa del Parque, Santa Rosa de Lima y Barranquitas”, porque las nuevas familias buscan conformar sus hogares “cerca del de sus padres, de su hábitat”, así se expanden los márgenes de la ciudad. “Con ellos empezamos a trabajar en 1984 y diez años después no había más lugar, entonces se fueron a Villa Oculta y empezaron a utilizar el terreno del Ferrocarril”.
Hoy el problema es diferente porque ya no quedan terrenos disponibles en los márgenes de la ciudad. Entonces “esto de Corral está bien pensado”, dice Zalazar. “La idea es que el hijo viva arriba del papá y no atrás en un rancho. Hoy tenemos 2800 ranchos: un rancho por día, 400 nuevos anuales, nacen en la marginalidad 3 mil chicos por año: ¿qué hace el papá? Le da lugar para que se construya el rancho atrás. Y si no tiene lugar en el patio vive en la piecita con su mujer y su hijo, hacinado, en lo que llamamos un ‘rancho virtual’”.
Zalazar argumenta que si a la nueva familia se le brindan las condiciones necesarias para la vivienda digna “el hábitat no se rompe”.