La municipalización de los servicios públicos fue en la década del ’90 un discurso que servía para rechazar la privatización del agua potable y las cloacas sin caer en “el estatismo”, tan repudiado en aquellos años.
La municipalización de los servicios públicos fue en la década del ’90 un discurso que servía para rechazar la privatización del agua potable y las cloacas sin caer en “el estatismo”, tan repudiado en aquellos años.
Aunque las aspiraciones municipalistas tienen en Santa Fe una tradición muy anterior, éstas volvieron con fuerza durante la privatización de la Dipos.
La municipalización fue la bandera que sostuvieron quienes se opusieron a que el Estado provincial dejara de administrar el servicio, y que se pasara de la idea de la prestación pública obligatoria a otra lógica, la del mercado, reservándose sólo el poder del policía y las regulaciones al sector público.
La municipalidad de Esperanza (entonces radical y en manos del hoy vicegobernador electo Carlos Fascendini) y la de Rosario (que ya era socialista) se manifestaron por esa opción, incluso con una presentación ante la Justicia en defensa del poder concedente de los municipios.
Hoy, todo se ve más claro. Pero cuando Carlos Reutemann gobernaba la provincia y Carlos Menem el país, era muy fuerte el desprestigio de esa empresa estatal que (con una casi nula inversión) prestaba muy mal sus servicios. La Dipos fue descapitalizada por esos años, en los que salvo la “municipalización” parecía no haber lugar para otro discurso.
La última oportunidad en que la municipalización de Aguas Santafesinas volvió a discutirse fue, como ahora, durante la transición de un gobierno socialista a otro.
El tema surgió con fuerza a fines de 2011, mientras el entonces ministro de Gobierno Antonio Bonfatti se preparaba para suceder a Hermes Binner.
Cuatro años atrás, además de los gremios, a la idea de municipalizar se opuso públicamente el quien era el titular de la empresa, Alberto Danielle: “Una cosa son los principios, las aspiraciones ideales, de orden abstracto y otra muy diferente es administrar”, subrayaba.