Preocupación de jueces penales ante la falta de cobertura de vacantes

De la Redacción de El Litoral
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El juez coordinador del Colegio Pleno de Jueces de la ciudad de Santa Fe, el Dr. Roberto Reyes, formuló fuertes declaraciones en un encuentro con periodistas que tuvo lugar esta mañana en Tribunales. Fue en la cuarta reunión anual convocada por el Poder Judicial que el magistrado aprovechó para amplificar un reclamo que viene rebotando desde hace largo tiempo en los pasillos del palacio de Justicia.

“Tenemos la necesidad de que se cubran los cargos de jueces de Cámara y los que faltan en primera instancia”, disparó Reyes, quien actualmente cumple el doble rol de juez coordinador del Colegio de Jueces de Segunda Instancia y del Colegio Pleno, que concentra a la totalidad de magistrados penales de la Primera Circunscripción Judicial.

A propósito de los jueces de Cámara, trabaja al 50% de su capacidad desde el 10 de febrero de 2014, cuando se puso en marcha el nuevo sistema penal de la provincia, ya que de los 12 cargos sólo seis están ocupados.

“Bastante apretados”

En la primera instancia en cambio, si bien “están bastante apretados”, el déficit no se nota aún, dado que “la escasez de fiscales no permite el trámite o la investigación de más del 15% de los delitos que contempla el Código Penal”.

Sobre esta última afirmación, Reyes explicó que “la investigación de los fiscales está reducida a los delitos más importantes: homicidios, contra la integridad sexual y robos agravados por uso de arma; porque los robos simples tampoco se tramitan. Ni hablar de los delitos que eran competencia del fuero Correccional, como lesiones culposas, homicidio culposo, hurto, daño, eso no se tramita, no lo investigan los fiscales porque no tienen tiempo y son tan pocos que le dan importancia a los delitos más importantes”.

Pero “cuando se aumente el número de fiscales se va a notar la falta de jueces de primera instancia también”, agregó.

Sistema residual

En la difícil transición del viejo sistema escritural a otro nuevo cuya principal característica es la oralidad, un puñado de funcionarios quedó a cargo del todavía vasto sistema residual, en el que cuentan dos jueces Correccionales para seis juzgados; cinco jueces de Instrucción para 10 juzgados -8 de Instrucción y 2 de Faltas-; y 4 jueces de Sentencia para 8 juzgados -6 de Sentencia y 2 de Menores-.

Por su parte, los camaristas penales -6 de 12- tienen a su cargo las apelaciones del viejo sistema, del sistema de transición y las del nuevo; cuando no tienen que viajar a Vera o Rafaela, ya sea por excusación-recusación de los miembros de aquellos tribunales o por la exigencia legal de la intervención de un juez imparcial -un juez no puede intervenir dos veces en un mismo caso-.

“Panorama oscuro”

“En cada caso que nos toca intervenir afuera (Rafaela o Vera), tenemos que viajar tres veces -para firmar la admisibilidad del recurso, para la audiencia y después para firmar la sentencia-, porque todo se tiene que firmar en el lugar donde se tramita. Entonces el panorama es bastante oscuro y no nos permite brindar un eficiente servicio de Justicia”, fustigó el camarista.

Entonces “nos encontramos ante una situación en la que no solamente somos cada vez menos, sino que tenemos que atender las vacantes que se van produciendo”, dijo Reyes, que atribuyó responsabilidad al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, que “a pesar de que el ministro dice que está todo bien, no está nada bien”.

Por último, el funcionario planteó que “los jueces tenemos todos la mejor intención de dar respuesta a la problemática que implica la inseguridad, pero necesitamos contar con los recursos necesarios y suficientes para que no haya demoras, así no podemos trabajar”, completó.