El Litoral
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro francés, Manuel Valls, dijeron que su salida afectaría el crecimiento de la economía mundial.
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DPA
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro francés, Manuel Valls, mostraron esta mañana su deseo que de que Grecia siga en el euro, horas antes de una reunión del Eurogrupo de una cumbre de los jefes de Estado y gobierno de los países del euro en Bruselas.
"Nadie puede querer echar a Grecia", dijo Juncker ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
"Francia está convencida de que no podemos arriesgarnos a una salida de Grecia de la zona euro", dijo por su parte Valls en declaraciones a la emisora francesa RTL.
El peligro sería tanto político como económico y afectaría al "crecimiento y a la economía mundial", dijo al tiempo que se mostró convencido de que hay una base para alcanzar un acuerdo con el país heleno.
También Juncker abogó por la reanudación de las negociaciones con Atenas, aunque frenó las expectativas de cara a los encuentros previstos para hoy en la capital belga, en los que, dijo, es posible que no se alcance una solución. "Y si hoy hubiera una solución, sería una solución demasiado sencilla".
"Pero hoy allanaremos el camino para poner las cosas en orden mediante conversaciones comunes y entendimiento mutuo, pero también en tolerancia mutua", añadió. Durante el debate estuvo en contacto por SMS con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, añadió.
Tsipras se siente reforzado por el resultado de la consulta popular del domingo, tras el claro "no" de los griegos sobre la propuesta de recortes de los acreedores, y quiere negociar con los acreedores un nuevo paquete de ayuda.
Sin embargo, Juncker le pidió a Tsipras una explicación por el referéndum. Aseguró que respeta la votación, pero apuntó: "Me gustaría entenderlo", ya que la pregunta sobre las exigencias de ahorro y reforma de los acreedores ya no estaba sobre la mesa en el momento de la consulta.
Por eso cree que la culpa de la situación es de Atenas. "En Europa se negocia hasta el último milisegundo, algo que no hizo el gobierno griego y que fue un grave error".
Por su parte, el conservador Partido Popular Europeo (PPE) advirtió en el Parlamento Europeo contra hacer mayores concesiones a Atenas. Sobre la mesa se puso un acuerdo justo, dijo el líder de la fracción, Manfred Weber. "Y yo digo por mi fracción: en estos momentos nos falta fantasía para poder ir más allá de esa propuesta". El gobierno griego se ha comportado de forma imprudente, añadió.
Además se escucharon algunas voces que abogaron por la salida de Grecia del eurogrupo. El presidente del banco central de Letonia, Ilmars Rimsevics, consideró que una lenta salida de Grecia de la divisa sería un ‘escenario realista‘ para superar la crisis. "De hecho no veo otra solución que una lenta retirada de la eurozona", dijo en declaraciones a la radio letona.
"En el referéndum el pueblo griego eligió él mismo en principio salir de la eurozona", opinó. A largo plazo un "Grexit" podría reforzar la ahora "muy estable" zona euro, consideró.