Joaquín Fidalgo
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Un solitario delincuente asaltó un local de calle 9 de Julio al 2200, entre Salta y Mendoza. Redujo violentamente a la empleada, la ató y le robó la billetera, porque no había más dinero en el lugar.
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Esta mañana, un ladrón asaltó una comercializadora de créditos y ayudas bancarias ubicada en calle 9 de Julio al 2200, la cuadra comprendida entre Salta y Mendoza.
“Eran aproximadamente las diez menos cuarto cuando golpeó la puerta. Nosotros atendemos a puerta cerrada con llave. No noté nada extraño, así que le abrí al señor. Se ve que conocía nuestra actividad, porque me preguntó por cosas específicas, productos que vendemos”, recordó minutos más tarde Carolina, de 34 años, la única empleada que atendía en el lugar.
“Entonces fui para la parte de atrás del local -contó-, a buscar unos papeles que me había solicitado el supuesto cliente. Cuando llego al cuartito del fondo, el tipo me había seguido y se me abalanzó. Me agarró muy fuerte del pelo. Me arrastró hasta el baño, me ató. Yo forcejeaba y gritaba y él se ponía más nervioso. Caímos sobre la estufa. Entonces decidí tranquilizarme, para que él también se serenara”.
No había dinero en efectivo en el lugar, por lo que la mujer le entregó su propia billetera con unos pesos adentro. “En el forcejeo le saqué el caño con el que me apuntaba, pero aparentemente era sólo una llave u otra herramienta. Nosotros tenemos sensores de alarma, pero no los pude accionar, porque siempre estaba encima mío este hombre”, relató Carolina.
“Aquí funciona una comercializadora de préstamos y ayudas. Hacemos de intermediarios entre los bancos y la gente. Llama la atención este robo, porque ocurre en un lugar donde pasa mucha gente, hay un tránsito bárbaro, pasan un montón de líneas de colectivos, había un zorro en la esquina... Cuando yo salí a la vereda, tres minutos después que el asaltante, pasaba un patrullero”, se lamentó la empleada.
El ladrón desapareció entre la muchedumbre que a esa hora estaba en el centro.