Ladrones entraron a una casa de barrio Fomento 9 de Julio

Danilo Chiapello
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“Vení urgente... la puerta de tu casa está abierta”, fue el aterrador mensaje que escuchó Miriam Terzagui (70).

La mujer se encontraba de visita en la ciudad de Rosario cuando un vecino le advirtió sobre la anormal situación en que se encontraba su vivienda, ubicada en Domingo Silva al 2700, esto es, en el corazón de barrio Fomento 9 de Julio.

Con lógica angustia Miriam emprendió el regreso mientras proseguía comunicaciones con sus vecinos, ya al tanto de lo sucedido.

Cerca de las 5 de la tarde la dueña de casa se puso de frente al terror. Manos anónimas habían ‘dado vuelta’ los interiores de la finca, por la que ahora parecía haber pasado un terremoto.

Lo primero que llamó la atención de la víctima es que la puerta de entrada no estaba violentada. Tampoco había signos de forzamiento en ninguna otra abertura. Atenta a estos detalles la mujer conjeturó que el o los intrusos se valieron de alguna llave maestra o de una ganzúa, por ganarse dentro del inmueble.

Violación de la intimidad

“ Lo peor es la violación de la intimidad. Uno se siente muy mal después de algo así. Es como que te manosearon. Tu ropa, tus pertenencias, tu dormitorio... De repente ver todas tus cosas revolcadas por el suelo. Es algo indignante... que duele y lastima”, dijo esta mañana Miriam en diálogo con El Litoral.

“Nosotros estabamos de viaje en Rosario cuando recibimos esta terrible noticia. Por supuesto que vinimos con urgencia y nos encontramos con todo este desastre”.

Más adelante apuntó que “no te puedo precisar aún qué es lo que se llevaron, porque uno queda shockeado. No sabés por dónde empezar. Ni siquiera pudimos utilizar los dormitorios. Tuve que irme a buscar refugio en casa de un familiar.

Sé que se llevaron dos regalos que tenía preparados para dos nacimientos que hubo en la familia. Yo no tengo dinero y tampoco dejamos plata en la casa. Sí sé que sustrajeron alhajas de familia, como cadenitas, relojes, anillos, y otras cosas. Mi hija tenía un cuadro guardado en una bolsa al que se lo pisaron y lo rompieron.

“Por cómo sacaron los cuadros y marcaron las paredes, sospecho que buscaban alguna caja fuerte. Pero por favor... ¿qué plata va a tener una jubilada?. Se llevaron una desilusión en este sentido”, manifestó con ironía.

Según se sospecha los delincuentes entraron por la puerta principal. “Los vecinos fueron los primeros que se dieron cuenta que estaba abierta. Por eso me avisaron. Lo que me extraña es que no está violentada. Es evidente que han tenido una llave maestra ó una ganzúa. Ah... y de paso se llevaron la llave”, agregó.

Estamos mal

Consultada sobre la situación del barrio, Miriam explicó que “hace más de 40 años que vivo en este barrio y jamás vivimos algo así. A las chicas de las panaderías las llevan ‘locas’ con los robos. Prácticamente todas las semanas sufren un golpe. También han entrado en casas de familia.

“Entre los vecinos tratamos de ayudarnos, tenemos una alarma comunitaria, pero la sensación es que nada te alcanza para defenderte.

“Ayer mismo hubo un incidente también frente a mi casa. Aparecieron unos hombres podando un árbol. Los vecinos le pidieron que se identifiquen y contestaron muy mal. Se tuvo que llamar al 911 para lograr saber qué hacía esa gente acá”.

En el centro

En tanto los amigos de lo ajeno también hicieron de las suyas ayer en un inmueble de San Jerónimo al 1800, en pleno centro.

Del caso se supo a media tarde cuando el dueño de casa regresó a su domicilio y se encontró con un enorme desorden en su interior.

Los ladrones escaparon del lugar llevándose consigo una suma de dinero y algunos objetos de valor.

Alarmante

Cerca de medio centenar de delitos contra la propiedad (entre casas de familia y locales comerciales) se consumaron en nuestro medio en los últimos 40 días.

En concreto, hubo 25 robos en domicilios particulares y 20 ingresos a comercios ubicados en distintos puntos de la ciudad.

Es de hacer notar que el relevamiento surge de datos propios debido a que los departamentos de comunicación de la Policía y Gobierno se les limitó suministrar información a la prensa, según dispuso el fiscal general, Julio de Olazábal.