Convencidos del desarrollo de la cultura como expresión de la comunidad, la Comuna de Cayastá viene desarrollando desde principios de 2012, políticas culturales integradoras. Esta concepción se hace visible en las fiestas populares de la localidad, que desde ese año comenzaron a fomentar la participación efectiva, sin restricciones económicas para los vecinos, potenciando la intervención de los artistas locales y regionales.
Una idea de desarrollo cultural integrador que también tiene como uno de sus principales ejes a los talleres de arte barrial para niños, jóvenes y adultos, actividades que vienen desarrollándose con éxito desde 2012.
“La idea de la integración unida a las expresiones culturales se manifiesta en los talleres y es un mecanismo de participación muy efectivo. Chicos y adultos se sienten protagonistas, ven en cada una de sus construcciones, de la pintura, de la música, del baile, la posibilidad de proyectarse”, sostuvo Ana Laura Perales, secretaria de Cultura de Cayastá.
“Allí, en ese compartir cotidiano, anida la posibilidad de construir lazos con los compañeros, por eso decimos que el arte es una escuela de vida, especialmente para los niños que bajo el impulso de los talleres Jugarte aprenden la noción de lo colectivo, desarrollando las pasiones en sus manifestaciones individuales. Para nosotros la cultura tiene una función integradora, desde el punto de vista del desarrollo armónico de una comunidad”, ahondó la funcionaria.
La puesta en marcha de distintos módulos recreativos, muchos de ellos gratuitos, fue una idea surgida de las asambleas barriales, un proceso participativo en la construcción de políticas locales. Los talleres permiten que actualmente decenas de niños y adultos de la comuna puedan disfrutar de diversas expresiones artísticas, dibujo, pintura, cerámica, guitarra, en sus diversos módulos a cargo de docentes y voluntarios.
Identidad
“La incorporación de más de cien niños a los talleres en los distintos barrios de Cayastá genera una mayor identificación en ellos con nuestras costumbres. A partir de las distintas expresiones, de los juegos, logramos contener a los pequeños, desarrollando su sensibilidad y cualidades innatas”, indicó la funcionaria más adelante.
Los talleres forman un espacio donde lo lúdico se mezcla con el arte, en donde los niños aprenden a pensar por sí mismos y encuentran su propia creatividad. Son dictados en los barrios para que los niños no tengan que trasladarse y así promover la pertenencia a sus lugares.