El Litoral
Un cabezazo de Larrondo echo por tierra lo bueno que había hecho el tatengue en el primer tiempo.
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Antes de empezar el partido la incógnita por develar era si Unión estaba recuperado de las dos derrotas consecutivas. Y claramente lo demostró en el primer tiempo donde fue superior a Rosario Central y mereció irse al descanso en ventaja. Pero lo que parecía iba a ser el partido de la recuperación terminó siendo una nueva frustración para el hincha tatengue, fundamentalmente porque en el segundo tiempo no pudo repetir la actuación futbolística del primero.
El empate al término de la primera mitad del partido no reflejaba lo que había pasado en la cancha. El equipo de Madelón fue más intenso, volvió a tener solidez en defensa y los volantes recuperaron la presión y la intensidad que mostraron en casi todo el campeonato.
Y fundamentalmente porque el árbitro no cobró un penal a favor de Unión por una mano claramente intencional apenas empezó el partido. Además Malcorra, uno de los mejores pateadores del campeonato, le erró la patada a la pelota pisando el área chica cuando solo había que empujarla para que se convierta en gol.
En el segundo tiempo Unión bajó la intensidad y Central mejorá lo suficiente como para emparejar el trámite del partido. Un cabezazo de Larrondo a los 25 minutos del segundo tiempo estableció la diferencia en el resultado.
A partir de allí, Unión buscó con más ganas que ideas pero no pudo torcer el rumbo del partido. Un cabezazo de Leo Sánchez y una tapada de Caranta ante Leo Sánchez en tiempo de descuento pudieron haber torcido el rumbo. Pero no era la noche de los muchachos de Madelóa. Tercera derrota consecutiva que encendió las luces amarillas en el tatengue.