Ignacio Andrés Amarillo
[email protected]
El cantante santafesino que participa en “Elegidos”, vuelve a presentarse en la ciudad junto a The Matt Hungo Funky Blues Hot Band. En la previa, charló con El Litoral sobre su experiencia.
Ignacio Andrés Amarillo
[email protected]
Dany Fanky, el santafesino que participa en el programa de Telefé “Elegidos”, vuelve a presentarse en la ciudad junto a The Matt Hungo Funky Blues Hot Band, agrupación encabezada por el guitarrista Cristian “Matt Hungo” Deicas e integrada por Lea Valdez (teclados), Hernán HG Gorosito (bajo) y Abel Homer (batería). La cita es para este domingo, desde las 21, en Stanley Rock Bar (25 de Mayo y Santiago del Estero). La capacidad es limitada.
Explosión
El cantante charló con El Litoral sobre su revelación televisiva, y sus expectativas a futuro.
—¿Cómo fue el hecho de presentarse?
—En realidad nunca tuve ningún prejuicio. Yo me animo a cada cosa... Fue por boca a boca: me dijeron “Dany, están llamando, ¿por qué no te anotás?”. Entré online a Telefe, tenía que poner unos datos y un video. Puse un video de “Los olvidados”, el programa de Oscar Belbey, y unos de “ATP”.
Esa fue la primera vez, la que no me llamaron. Esa primera vez me senté y toqué la guitarra; y soberbio de mí, creí que iba a alcanzr. La segunda vez fui con otra actitud, chupín, canté “I feel good”. Ahí un productor me pregunta: “¿Por qué la primera vez te sentaste y tocaste la guitarra, si esto es lo que queremos: show?”. Me equivoqué, ahora vine con otra actitud. Ésa es la que vale.
Ahí mandé el video, tocando con Matt Hungo: era un video muy casero, de “Recreo Diario”, el programa de Martín Ferratto. Pasé de tocar la guitarra mal a estar acompañado por “el mejor guitarrista de Santa Fe”: yo sé que muchos se enojan con esto (risas).
Más vale que todo es nuevo; soy un tipo muy “para afuera”, así que disfruto a full.
—Los que te conocen saben que hiciste en la tele las mismas cosas que en los shows.
—El tema es que alguno capaz pensó que iba a dudar, o ponerme nervioso. Al contrario: me sentí como dije con Marley: me sentía como pez en el agua. “Liberen a Willy” (risas).
—¿Cómo es prepararse de una semana para la otra?
—No sé, vivo el día a día. Todo en cuotas: primero me dijeron qué iba a cantar en la próxima gala, “I feel good”, ahora me dan pasajes para llevar dos familiares. Gracias a Dios se hacen cargo de los pasajes, del hotel, que está recopado.
—¿Cuándo es la próxima?
—No me dijeron todavía, calculo que la semana que viene.
Nuevos fans
—Acá en Santa Fe, ¿cuál fue la respuesta de la gente?
—La respuesta de la gente es maravillosa para conmigo, que no me siento ni especial, ni mejor ni peor que nadie. Pero tomé el colectivo y me miraron feo cinco personas, parecían que me iban a agarrar a bollos o a robar (risas), pero no: era que me habían visto en la tele.
—Hace dos semanas te hubiesen robado.
—Pero ahora nos sacamos fotos. Me bajo en Rosario a las cinco de la mañana, se da vuelta un tipo y me dice “vos saliste en la tele”. No pagué el boleto... porque ando en colectivo, porque soy pobre.
—El Día de la Primavera saludaste a todos.
—Sí, no tanto; más el reconocimiento de los músicos. La gente es cholula: ve alguien en la tele... Aparte que no hice gran cosa, más que cantar. Pero salir en la tele... y haberlo hecho bien, porque la mayoría de las críticas siempre es “hay un perro que representa”. Me manejé como me imaginé que lo iba a hacer en ese lugar.
—¿No va todo muy rápido?
—Mi vida siempre va rápido. Lo que pasa es que tengo que aprovechar lo que está bueno porque enseguida siempre pasa algo que es un golpe en la nuca. Y venir caminando un kilómetro y medio para tomar el cole también te baja la adrenalina, y te vuelve a la tierra, donde todo me cuesta. Tuve que ir dos veces a “Elegidos”, nunca la emboco de primera. En mi cabeza no pasa rápido, lo disfruto.
Compañeros
—Ahora volvés con la Hot Band.
—Tengo que volver de allá arriba... (risas). No, son unos músicos de la puta madre. Pocas veces miento, y cuando siento algo lo digo, cuando estoy en el show y siento que la banda me está empujando para que explote, está muy bueno. Todos tenemos un carácter generacional, Matt Hungo y yo somos las personas más adultas (por no decir las edades), de los otros uno es adolescente y el otro actúa como tal (risas).
Nosotros también nos estamos divirtiendo, algo que no pasa siempre. Ahí hay una ósmosis. Por eso pasa lo que pasa conmigo: duplica las ganas de bailar, de entretener, de hablar con la gente (Matt Hungo no me deja hablar mucho porque se va la hora).
—Al margen de lo televisivo, la idea es seguir tocando con ellos.
—Yo los vendí allá en Buenos Aires como grandes personajes de la música. Allá lo conocen al padre de Abel, Obi Homer, porque hizo Bandana, Mambrú, y tocó con un montón de músicos. Los hijos están en la banda.
—Calculo que el último show que haga darán la posibilidad de decidir con qué músicos tocar, y seguramente van a ir. Si es que quieren, porque no obligo a nadie: “No quiero que se cuelguen de mis tetas”, diría Moria (risas).
—Más allá de cómo termine el concurso, ¿cómo ves el futuro?
—Soy muy coherente y consciente de la energía que genero: apenas salí, el sonidista me dijo “gol de Almagro” que para él significa algo positivo. Los auxiliares me decían “la rockeaste”. La gente común compró ese gordo con anteojos. Los productores me dijeron que está todo como para hacer una carrera musical, que es lo que más me interesa. No la fama, sino tocar, laburar, ésa es mi finalidad de mostrarme ahí.