Ya se hacen en Santa Fe cirugías que corrigen defectos en el rostro

Lía Masjoan

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Mariana Rodríguez pasó casi 30 años sin sonreír. Un crecimiento de su maxilar inferior mayor a lo normal afectó sus relaciones sociales, su autoestima y su vida cotidiana, al punto de ni siquiera poder masticar con naturalidad.

Hoy, a sus 33 años, una enorme sonrisa es su mejor carta de presentación gracias a una compleja intervención que realizó un grupo de profesionales santafesinos hace dos años y medio, apoyados en el valioso aporte de las herramientas tecnológicas.

“Mi problema empezó a notarse cuando tenía 6 años y comencé a cambiar los dientes. Tenía un crecimiento mayor a lo normal del maxilar inferior y, como consecuencia, sólo coincidían los molares y mi mordida era abierta, me costaba comer, no podía masticar bien, tenía que cortar la comida bien chiquita. Además, tenía el tabique desviado y el mentón no se había desarrollado bien; toda la estructura ósea de mi cara estaba fuera de lo normal”, contó a El Litoral. Su familia nunca pudo costear un tratamiento odontológico adecuado y así llegó a cumplir sus 30 años con una vida social muy limitada y la autoestima por el piso.

“Tuve una adolescencia bastante fea, padecí el famoso bullying porque en el secundario se me burlaban... yo trataba de sacar coraje pero siempre me sentía inferior a todos. Me costaba presentarme a pedir trabajo, cuando leía ‘buena presencia’ ya me excluía”, contó Mariana.

Comer fuera de su casa “era mi gran vergüenza, tal vez tenía un hambre terrible pero al no poder masticar ni cerrar la boca, pensaba que todos me estaban mirando y me quedaba sin comer”, recordó.

Tras someterse a una compleja operación, estos inconvenientes quedaron archivados en el cajón de los recuerdos..

El equipo de profesionales santafesinos que lleva adelante este tipo de intervenciones está integrado por Alejo Estrada, cirujano maxilofacial; Mario Arana, ortodoncista; Omar Giorgi, especialista en prótesis e implantes, y Elisa Tuber, especialista en ortodoncia. La práctica que realizan se denomina cirugía ortognática, y si bien se hace desde hace mucho tiempo, fue evolucionando hasta ser cada vez menos traumática. En la actualidad, los pacientes tienen posoperatorios leves, con un día y medio de internación y la posibilidad de reincorporarse a la semana a la vida social y laboral.

Primera vez en Santa Fe

Pero en la ciudad hay otra novedad: hace un mes se realizó una cirugía de este tipo por primera vez de modo integral, completando todos los pasos del proceso en Santa Fe, incluida una planificación virtual que antes se hacía en el exterior porque se carecía del software específico.

“La novedad es cómo planificamos estos casos”, contó el Dr. Alejo Estrada. “Antes teníamos muchas limitaciones porque usábamos radiografías dos D que tienen bastantes distorsiones. Hace varios años incorporamos la tomografía y últimamente la tomografía multislice que son de alta resolución, casi 100 % precisas”.

—¿En qué consiste la planificación virtual y qué resultados logra?

—Por un lado hacemos una tomografía multislace del paciente y la metemos dentro de una computadora. Por otro lado hacemos fotos 3D y también las incorporamos. Como tercer paso usamos imágenes hechas con un scanner intraoral de los dientes del paciente alineados. Con todo eso, el ordenador comienza a planificar y uno puede ver en 3D exactamente la patología, las malas posiciones y cómo corregirlas.

—¿Son sólo estéticas o también generan problemas funcionales?

—Son también funcionales; no sólo se refieren a mal posiciones de las piezas dentales sino a veces, por ejemplo, a reclusiones o retroposición del maxilar inferior de la mandíbula que produce una compresión muy importante de las vías aéreas y los pacientes no pueden respirar y sufren de apnea obstructiva del sueño. La única solución es este tipo de tratamiento y siempre lo encaramos como un problema funcional, que obviamente tiene una repercusión estética muy importante.

—¿Qué cambió a partir de la incorporación de tecnología?

—La información que nos da esta aplicación es invalorable. Estamos corrigiendo cosas que antes no veíamos y operando diferente, con mejor resultado gracias a estos software que nos muestran la patología y cómo corregirla, hasta en décimas de milímetros cuando teníamos errores de 2 ó 4 milímetros.

Un cambio radical

¿Es un proceso complejo? ¿Se soporta el dolor? Mariana Rodríguez es la más indicada para responder estas preguntas. “Fue traumático pero no doloroso. Muchas agujas, implantes y una cirugía que duró más de siete horas porque me abrieron la cara entera. Pero nunca sentí dolor, ni siquiera en el posoperatorio. Y obviamente que valió la pena. Lograron cosas que nunca pensé que iba a poder hacer, como sonreír sin complejos.

Gratis El equipo de odontólogos realiza este tipo de intervenciones de manera gratuita a pacientes de escasos recursos, con el apoyo de empresas privadas relacionadas con la actividad. “Como somos referentes en salud y gracias al Estado nos hemos recibido en universidades públicas sentimos que tenemos que devolver a la sociedad parte de lo que somos y hacemos. Por eso, desde hace 6 ó 7 años estamos trabajando en un proyecto de la UNL de la Facultad de Medicina, con tratamientos de implantología y ortodoncia a personas carecientes”, contó el equipo de profesionales.

" Mirarme al espejo por primera vez no fue fácil. Estaba internada y el Dr. me puso frente él. “Mirate -me dijo-, estás divina”. Todavía estaba hinchada pero valió la pena. Mariana Rodríguez, paciente operada.