El Litoral
Las tareas estuvieron a cargo de un religioso. Recorrieron piso por piso e incluso ingresaron a unos departamentos. Mirá el relato del tuitero que le dio vida a la historia.
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Todo comenzó cuando un usuario de Twitter comenzó a publicar que en el edificio donde vive denunciaban la presencia de un fantasma. La preocupación de los vecinos llegó a tal punto que discutieron la existencia o no del espíritu en la reunión de consorcio.
Una de las conclusiones de dicho encuentro fue que la propiedad necesitaba una bendición para ahuyentar al fantasma. Con la presencia de un religioso, se hizo un recorrido por todo el edificio y la situación fue relatada minuto a minuto por el mismo tuitero que hizo pública la cuestión.